La penetré un par de veces más antes de caer en su pecho delicadamente, agotado. Sus piernas seguían en mis caderas y aún ni había salido.
—Te amo. —Susurré en su cuello antes de besarlo.
Salí de ella y me tiré a su lado, me saqué el condón y con mucha paja me levanté para ir a botarlo. Me puse el bóxer viendo a Olivia en mi cama antes de volver a acostarme a su lado.
Por fin habíamos podido vernos, ella se ocupaba mucho con lo de la admisión inesperada en la pasarela, mientras que yo estaba entrenando como loco en el club.
No nos quedaba tiempo, y ni siquiera nos veíamos en el colegio porque estábamos de vacaciones.
—Te amo más. —Dijo antes de sujetar mis mejillas y besarme por unos cortos segundos.
Yo me quedé mirando sus labios y volví a unirlos con los suyos, me encantaba demasiado poder sentirlos con los míos.
Mis manos sujetaron sus caderas y la acerqué más a mí para abrazarla, mi mano acariciaba su cintura, bajando y subiendo lenta y constantemente.
—Sos mía, ¿hm? —Dije y ella asintió con una pequeña sonrisa.
No lo decía por querer apropiarme de ella como si fuera un objeto, me refería a que ella era mi chica, y siéndoles sincero, se convertía en mi vida.
—Te extraño. —Susurré. —¿Tienes algo qué hacer mañana?
—No. —Dije. —¿Vos?
—Sí. —Contestó y yo hice una mueca. —En realidad, tenemos.
Alcé una ceja mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro.
—¿Ah, sí? —Pregunté.
—Sí, tenemos que ir a una gala. —Dijo ella.
—¿Eh? —Reí un poco.
—Una gala, Mateo. Va a haber una pequeña fiesta celebrando que ya está listo todo para la pasarela. —Dijo ella con una sonrisa.
—Pero sabés que yo no soy de ese mundo. —Dije yo. —¿Hay que ir con ropa elegante?
—Tenemos que comprarte un traje. —Dijo y yo negué.
—Olivia, basta de comprarme cosas, voy a terminar debiéndote mis órganos. —Dije y reí, pero mi sonrisa se esfumó al verla algo molesta.
—¿Te estoy haciendo un préstamo o algo así? Si yo te lo quiero dar te lo doy y ya, no se que tanto. —Dijo con el ceño fruncido.
—No, amor, no es eso. —Dije sintiéndome mal. —Es solo que.. me da verguenza que me des tantas cosas, y yo quisiera darte también pero..
—No tenés que tener verguenza conmigo, esto no se trata de dar y devolver. Soy consciente de que en este momento tengo una buena economía y que quizá no es igual a la tuya y te juro que no estoy esperando nada de eso de tu parte. Me has dado mejores cosas, ¿qué hay de todos los detalles que has tenido conmigo y que nadie más? Eso nunca se va a borrar de mí, y los seguís teniendo cada día. —Dijo y mi corazón se infló. —Te amo.
—Te amo más. —Dije antes de besarla cortamente.
—¿Entonces sí? —Preguntó.
—No sé, bebé. No me convence, insisto con que no es mi tipo de ambiente, aunque tuviese un traje no encajo con esas personas, y por otro lado, realmente no me gustaría usar un traje. —Me sinceré.
—Está bien. —Dijo ella. —Aunque no sé que voy a hacer.
—¿Por qué? —Pregunté.
—Porque tengo que ir con Marlon, entonces. —Dijo.
La alarma en mi cabeza se activó.
—Ah, ¿por qué? —Pregunté tratando de sonar casual.
—Porque eso es lo que la agencia quiere, nos quieren juntos. —Dijo ella.
—No creo que él esté en desacuerdo. —Dije tragando mi frustración.
—Lo que importa es lo que piense yo, ¿no? —Dijo Olivia.
Asentí con la cabeza, tenía razón.
Suspiré pensando en mí con un traje, pero era peor imaginar a Marlon con mi novia, tratando de tocarla o besarla.. tan solo mirándola con ganas.
—Creo que puedo intentar ver como me veo con traje, y capaz no es TAN aburrido. —Dije yo alzando los hombros.
—¿De verdad? —Dijo ella,
—Sí, obvio. —Dije antes de subirla encima de mí.
—¿Querés más? —Dijo ella alzando las cejas.
Mis ojos bajaron por su cuerpo, y para no querer.
—No hay más condones. —Avisó.
Cerré mis ojos con fuerza. —La puta madre.
Yo digo que si hago un maratón en este momento, puede que termine de una vez la fic. Va pa' esa?
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