Olivia
La resaca me podía, anoche luego de haber hablado con Mateo no pude evitar comenzar a llorar.
Me habría gustado tener una conversación más madura con él, pero el dolor no me permitió seguir ahí.
Creí que en algún momento Mateo se había dado cuenta de que había hecho las cosas mal, de que quizá se había arrepentido de haberme dejado.
Creí que yo lo había superado, pero no era así.
Tenía que ser completamente honesta, sentía que aún lo amaba, sin embargo, una parte de mí lo odiaba profundamente por lo que me había hecho.
¿Cómo podía perdonarle que me hubiera dejado así?
Nunca había podido abrirme tanto a una persona, nunca me había enamorado antes. Él sabía tanto de mí, sabía mis secretos, mis miedos e inseguridades.
Él me conoció de todas las formas posibles, sabía que lo necesitaba, y aun así me dejó.
Mateo no fue solo mi novio, también fue mi único y mejor amigo.
Y lo amé tanto, amé lo que fuimos. Eso que para nada somos ahora.
Le escribí a Marceline porque necesitaba a alguien, pero no respondió mis mensajes, creo que no los vio porque estaba ocupada, y yo para nada era su prioridad.
Extrañaba ser realmente importante para alguien. Y ya sé, que hay millones de personas que me siguen en mis redes sociales, pero no tiene nada que ver con el afecto que necesito ahora.
Cometí el error toda mi vida de alejar a todas las personas en mi vida, pero a Mateo nunca lo alejé, todo lo que quise siempre fue que se quedara a mi lado, incluso me esforcé, me esforcé por ser aquella persona que ni yo misma veía en mí.
Pero él la veía, y ya se fue, y no se si esa chica sigue ahí invisible o simplemente dejó de existir.
Ahora estaba comiendo helado mientras veía películas en la televisión desde mi cama.
Estaba tranquila, hasta que escuché unos pasos que llegaron hasta mí.
Miré a mi derecha y vi a Dante.
—Creí que ya te estabas organizando para la fiesta. Clarissa me tiene cansado con que te quiere en la fiesta. —Dijo Dante.
—Fuck off. —Dije volviendo a mirar la televisión.
—Dale, no seás así. Si dijiste que sí desde un principio, ¿por qué ahora no? —Dijo él.
—Porque ahora no quiero, ¿es tan difícil de entender? —Cuestioné antes de meter una cucharada de helado a mi boca.
—Wow, ¿qué rayos te pasa? —Dijo él. —Estás consumiendo calorías.. yo creo que yo.. nunca te había visto..
Mis sollozos lo interrumpen, y pongo a un lado el pote de helado para pegar mi cabeza en mi frente y llorar.
—¿Estás bien? —Preguntó.
—Me hiciste recordar a mi mamá. —Dije mientras limpiaba mis lágrimas.
Tapé el helado.
—No sé por qué estaba comiendo eso. —Dije yo respirando profundamente. —Me voy a organizar para la fiesta..
—Dale, ¿segura estás bien? —Preguntó mirándome.
Rodé los ojos, no lo estaba, pero él no podía hacer nada para que yo pudiera estar bien.
Holaa. Compartiendo también la perspectiva del dolor de Oli.
Ahora subo otro capítuloo<3