Mess [✓]

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Olivia

Había bloqueado a Mateo en Instagram porque sabía que se iba a molestar. Y es que lo admitía, había actuado mal, pero es que no podía dejar mi orgullo herido.

¿Qué? Yo iba a quedar como la estúpida. No.

Había pasado una semana desde que me regresé a Venecia, y era la primera vez que Mateo me llamaba.

Había visto que tuvo que salir a hablar al respecto en una entrevista porque estaba siendo demasiado criticado.

"Yo no le hacía bullying, no éramos amigos y ninguno de los dos se llevaba bien con el otro. Yo lo llamaría así. Nos odiábamos. Ella me insultaba, yo a ella, éramos muy poco cultos a parte y peleábamos todo el tiempo. Olivia no tenía la mejor conducta no solo conmigo sino con los demás, pero yo no voy a especificar que cosas hizo o no en la secundaria. Si realmente ya no le importa que no lo salga a decir a los medios por generar polémica".

Y tenía razón. Si alguien no era un ejemplo en la secundaria (e incluso ahora) era yo. Pero bueno, como sea. Estábamos muy mal, por lo que yo había hecho como lo que él.

Entiendo que capaz él me quería a mí, que capaz era verdad cada cosa que dijo, y sí, le creía. Simplemente se dejó llevar por el momento y quiso alimentar su oído un rato entreteniéndose con Georgina.

Pero entendía la situación, más no la consentía. Además, justo con ella iba a hacer. No me sentía bien perdonándole eso, mucho menos cuando me hizo pasar malos ratos por estar hablando con ella.

Y no quiero decir que no estoy herida, porque sí que lo estoy, y no me reparo fácil; pero no quiero estar cerca con él.

No debíamos estar juntos ahora, o sea, nos alejamos medio segundo y nos re bardeamos.

Y yo no soy una buena persona, simplemente trato de serlo a su lado, pero sola no soy nada.

Sola ignoro a mis seguidores, sola trato mal a todos; sola me odio a mi misma.

Sin pensarlo demasiado, contesté la llamada.

—¿Hola? —Dije confundida, aunque obvio sabía que era él.

—Olivia. —Habló con voz tosca, haciendo que me estremezca un poco.

—Ah. Mateo. —Suspiré mientras miraba a la ventana nerviosa. —¿Qué pasa?

—No puedo creer que dijiste eso, o sea, sos re cara dura hermana. Si al menos ibas a decir algo malo de mí que fuera algo realmente malo, ¿pero eso? —Dijo él con un tono severamente serio.

—Ya, si llamaste a pelear, lo siento, no quiero pelear. ¿Sabés por qué lo dije? Porque quiero y puedo. ¿Vos podés hacerme quedar mal pero yo a vos no? Me importa un carajo. —Dije alzando los hombros.

—¿Ves lo inmadura que sos? Todo porque esa mina me besó. ¿Qué querés que haga? La tengo bloqueada de mis redes y dejé todo más que claro. Disculpame por cometer un error en mi vida. —Soltó resoplando.

—Uy sí, porque tus disculpas son super sinceras. —Dije y reí seca. —Mateo, quiero tomarme mi tiempo, quiero pensar, no quiero apurarme. No es cuestión de que la bloqueés o no. Es cuestión de que lo que hiciste estuvo mal, y ya está. ¿Cuál hay?

—Dejame de joder con tu orgullo, voy a ir a Venecia a que hablemos bien. —Dijo él.

—¡Que no, Mateo! ¡¿Qué no entendés de que quiero tiempo para mí?! —Dije al borde de las lágrimas.

—¡Con vos no se puede nada, boluda! Trato de resolver las cosas y vos hablás mal de mí, me bloqueás y te llamo y me tratás para el reverendo ojete! —Exclamó y mis lágrimas salieron. —También estoy cansado de esa actitud.

—Yo no estoy tratando de arreglar las cosas, solo quiero sentirme bien. —Dije con la voz quebrada.

—Genial, entonces andá por tu lado y yo por el mío, así yo también trato de sentirme bien, mientras vos mirás si madurás un poco y dejás de hacer tantas boludeces. —Dijo enojado.

—G-genial. —Dije limpiando mis lágrimas.

—¿Tanto te va a costar aceptar mis disculpas? No se que tanto, si cuando te pedía que fuéramos novios te hacías la sorda, la superada, la que no quería nada. Pero viste que la piba me robó un beso y ahí sí te molestaste. —Dijo él y mordí mi labio inferior.

—Sos un gran hijo de puta. —Corté, sin querer oír una sola palabra suya.

Te lo iba a pedir y la cagaste.

Holaa, tan despiertas para que actualice o mañana mejor?