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Olivia

—No entiendo qué tiene en la cabeza. —Musité mirando instagram.

Georgina le había comentado una foto a Mateo y ya me estaba estresando. Mañana le tenía que cerrar la boca.

Ya había organizado lo que me pondría mañana e iba a ser espectacular.

Mañana soy el centro de atención.. o paso a ser literalmente nada.

Dante y Marceline se habían ido hace un rato, ya era de noche y yo no sabía que hacer.

Con Dante está todo mal, y con Mateo va a estarlo.

¿Por qué? Porque tengo un serio problema.

Empieza con R y termina en etraso.

Pero bueno, no iba a hablar con él de eso, porque era demasiado complejo de explicar y probablemente se iba a enojar.

Yo no le quería dar tanta bola al asunto pero se me hizo imposible, ya había conseguido la prueba de embarazo.

Hace rato me estaba haciendo la boluda con hacérmelo, porque si estaba embarazada no sabía que iba a hacer.

Me quedé pasmada cuando oí la puerta, pero al oírla por segunda vez me paré.

Si fuera Dante entraría porque tiene tarjeta de acceso, así que o es un organizador del hotel, o es Mateo.

Abrí la puerta y me di cuenta que se trataba justamente del morocho.

—Hola. —Formé una pequeña sonrisa.

Él hizo apenas una seña con la cabeza que me puso más nerviosa de lo que ya estaba.

—¿Qué hacías? —Preguntó él mientras yo cerraba la puerta.

—Nada, navegaba en las redes.. me alegra que hayas venido. —Dije caminando para servirme una copa de vino.

Realmente no me dejaba morir de aburrimiento, pero en realidad no me alegraba mucho tenerlo ahí porque eso significaba que teníamos que hablar.

¿Por qué no pude haber cogido con condón?

—¿Vos qué hacías? ¿querés una copa? —Cuestioné y él negó con la cabeza.

Alcé los hombros y tomé de la mía, quería que el vino me tranquilizara, pero la mirada de Mateo no colaboraba en nada.

—Vi un partido y jugué un rato con Santi, pero me aburrí. —Dijo Mateo.

Tenía algo raro pero por alguna razón me daba miedo preguntarle que le pasaba.

—¿Llamamos a Liz? —Cuestioné. —Tendríamos que aprov..

Me quedé callada cuando vi que negó con la cabeza.

—Siendo sincero vine porque tengo algo importante que hablar con vos. —Dijo él y yo apreté la copa en mis manos.

Sonreí a boca cerrada antes de servir más vino en mi copa.

¡¿CÓMO LO SABE?!

Calma, él no lo sabe, solo estás sugestionada, Olivia.

Él no lo sabe, ¿verdad?

Su mirada fue a mi estómago por unos cortos segundos y yo me pasé todo el vino de una, sintiendo un leve mareo por lo rápido que lo tomé.

Que no lo sepa porque me voy a morir.

—¿De qué? —Dije fingiendo una sonrisa.

Mateo suspiró y me miró a los ojos.

—¿Hay algo que me querás decir? —Preguntó.

—Ehm..

Tomé la botella para servirme más pero Mateo me la sacó de las manos mirándome serio.

—Basta, que vas a terminar borracha. —Dijo antes de poner la botella a un lado. —¿Me querés decir algo o no?

—Pues..

Haber, que yo quiera decirle.. no.

Que tenga que hacerlo.. sí.

Mateo pasó una mano por su cabeza y suspiró.

—¿Me prestás el baño un momento? —Pidió.

Por favor.

—Claro, ahí está. —Le indiqué donde.

Él me miró por última vez antes de desaparecer de mi vista.

Pegué mis dos manos a mi cara y solté un chillido por lo bajo.

Quería morirme.

¿Cómo se lo digo?

Agarré la botella de vino y tomé directamente de la botella.

Ni siquiera se que me quiere decir, y ni siquiera se si estoy embarazada entonces..

—¿Cuándo me pensabas decir, cagona?

Escupí todo cuando vi a Mateo enojado con la prueba de embarazo en su mano.










Ay amigoooo. Unos nervios manejo jajajaja.

¿Cómo andan?

Mess [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora