Mess [✓]

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Mateo

—Subí, amigo, dale. —Dijo Ignacio a mi lado.

—No, no me inscribí al final. —Dije antes de poner el porro entre mis dientes suavemente.

—Yo te inscribí. —Dijo él. —Andá, dale.

Yo bufé, manejaba una intensidad desde que comenzó con eso de la fiesta. Nunca vi que le diera tanta importancia a algo.

Incluso se dedicó a mi disfraz insistiendo con que yo debía ser el rey de la fiesta, cosa que a mí no me importaba en lo absoluto.

Y bueno, aquí estaba, vestido de Michael Jackson.

No puedo quejarme igual, porque los pibes han hecho que disfrute de la fiesta.

Saqué el porro después de darle un par de pitadas y se lo di a Ignacio, que con una pequeña sonrisa se lo metió a la boca.

—¡Dale, Mateo! —Me palmeó el culo un amigo y todos rieron.

Yo negué con la cabeza antes de comenzar a caminar.

Me subí al escenario y oí un ruido de la gente, que me hizo sonreír.

Afortunadamente todos habían sido tan piolas que habían respetado mi espacio, podía ser famoso pero ellos respetaron que quería estar tranqui en una fiesta.

Los amo.

—Bueno, estos son nuestros participantes. —Dijo un pibe con el micrófono.

No sé ni de donde lo sacó Ignacio, lo peor es que esta fiesta la había pagado con mi dinero.

Miré de reojo un poco a los participantes, seguro ganaba el pibe que se disfrazó de vampiro.

Aunque pensaba que quizá podía ganar fácilmente yo solo por el hecho de que soy famoso y la gente va a querer votar por mí, lo cual me parecía inmensamente injusto.

Pero bueno.

—Todos dejaron sus votaciones de los mejores disfraces.. y ya tengo el resultado. ¡Un rey, y una reina del baile! ¡Reyes de los disfraces! ¡Reyes de Halloween! —Exclamó contento y la gente reía y gritaba emocionaba.

A mi me causaba algo de gracia, pero ya quería bajarme y seguir fumando y jodiendo con los pibes.

—Todos están disfrazados increíble. —Dijo el pibe.

Volví a mirar con curiosidad, esta vez más a las pibas, sonreí viendo una piba vestida de Hello Kitty, era un traje muy sexy para ser sinceros, pero nada sorprendente.

Me gustaba mucho el de Cruella también, y el de Marilyn Monroe con antifaz, me parecía que el antifaz le daba el toque. Ambas traían muy buenos disfraces, aunque me parecía que el de Cruella tenía más estilo, me gustaba más la tranquilidad de Monroe.

Tenía unos pequeños aires de Olivia, aunque del otro lado del escenario no podía detallarla demasiado bien, eso era lo que me transmitía.

—¡Ya sé que todos se esforzaron demasiado por sus disfraces! ¡Pero los ganadores son...!

Yo me reí porque me generaba gracia el suspenso.

—¡Martín Arregui y Maira Sánchez! —Gritó.

Adelante pasaron los ganadores, que era el pibe con traje de Drácula, que le quedó bastante genial, y como era de esperarse, Cruella.

Estuvo llamando la atención de los pibes mientras se paseaba por toda la joda.

Muy linda la verdad.

—Sos el mejor, Teo. —Dijo un pibe a mi lado, dándome unas pequeñas palmadas en la espalda.

Yo choqué el puño con él mientras le dedicaba una sonrisa.

Estaba por bajarme de la tarima cuando oí la voz de Ignacio por el parlante.

—¡Esperen, aún hay segundo puesto!

Yo me reí y me pegué una palmada en la frente. Habíamos quedado unos pocos en el escenario, entre esos, los ganadores.

Miré hacia donde estaban los demás y comencé a caminar hacia ellos pero me frené en seco cuando “Marilyn Monroe” se sacó su antifaz.

Decir que mi corazón latió con fuerza sería una descripción demasiado barata, no tenía manera de describir el colapso de emociones en mi cuerpo al verla ahí.

Su rostro estaba maquillado hermoso, y sus ojos azules resaltaban demasiado bien.

Esos ojos siempre le habían quedado muy bien.

Mi cuerpo se había entumido ante la sorpresa de tenerla frente a mí, y más al saber que ella había estado ahí toda la noche sin que yo me diera cuenta.

No sabía como sentirme, estaba feliz de tenerla ahí, pero los nervios me consumían, no sabía si ella iba a estar contenta de verme o no.

—¡Mateo y Olivia!

El grito de Ignacio me hizo salir de mis pensamientos.

Sin dejarla de mirar caminé hacia ella, noté su intento de irse pero parecía tan débil que ni eso logró.

Aproveché por supuesto para llegar hasta ella y tomar su muñeca para que ni se le ocurriera marcharse.

Ya la había encontrado y no había forma de que se volviera a ir, no se lo permitiría.

—Amor. —Fue la primer palabra que me salió decir.

Sus ojos amenazaban con dejar salir las lágrimas, y me miraba angustiada. Sudaba demasiado, y no sabía si era por el calor que generaba la multitud de personas en este lugar.

Teníamos muchas cosas que hablar, incluso una parte de mí estaba molesto con ella, pero este no era el momento.

Lo único que quería ahora era comerle la boca.

Y así me acerqué a su rostro completamente, con la intención de unir nuestros labios.

Pero no fue posible, pues sentí enseguida como se desvaneció sobre mi cuerpo.

—¡Olivia! —Dije atrapándola bien entre mis brazos para que no terminara cayendo al suelo.

Mi corazón no descansaba, cada vez latía más rápido, y ahora era causa del susto.

La acababa de encontrar y se había desmayado. ¿Qué le podría estar pasando?

Me moría si era algo malo, ¿y si bebió de algo malo?

—¡Nacho, ayudame! —Grité desesperado.

No quería ser maricón pero estaba por largarme a llorar de lo nervioso que me ponía la situación.

—¿Qué le pasó? —Preguntó un pibe de ojos verdes llegando hasta nosotros.

Yo alcé una ceja porque no era de su incumbencia.

—¿Quién sos vos? Soy su amigo. —Trató de sacarme a Olivia y yo fruncí el ceño antes de acomodarla mejor en mis brazos.

—Soy el novio, hermano. Rajá de acá. —Dije antes de cargar como pude a Olivia.

—¿Qué le pasó? —Preguntó él preocupado.

—No sé, se desmayó simplemente. —Dije con un nudo en la garganta.

Iba a caminar ya para irnos al auto y llevarla al hospital, cuando una voz nos interrumpió.

Era Cruella.

—Son cosas que le pasa a cualquier embarazada. —Dijo y yo la miré frunciendo el ceño. —¿Qué? Ella me lo dijo.

AYYYYY. TODO MAL X AQUÍ ME PARECE.

BUENO, si hay una cantidad considerable de gente despierta sigo, sino, a mimir, que mimir es bueno<3