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Miré fijamente a Mateo mal pero él estaba entretenido jugando con Leo. Volví mi vista al celular, sentía mi cara arder de la rabia, lo tiraría.

Tomé aire y aunque sabía que estaba mal contesté.

—Hola. —Dije.

—¿Mateo? —Cuestionó del otro lado esa asquerosa voz.

—Con Olivia. —Dije.

—Ah. —Escuché una suave risa de su parte que me hizo enojar más. —Decile que me llame cuando pueda.

Antes de que pudiera contestar escuché el pitido que me avisaba que había cortado.

Saqué lentamente el celular de mi oído antes de ponerlo en mis piernas.

Quería llorar del enojo y la impotencia.

¿Por qué ella lo llamaba?

¿Él hablaba con ella?

Mordí mi labio inferior pero me arrepentí enseguida, iba a dañar mi labio.

Miré a los chicos y justo Mateo tumbó a Leo accidentalmente.

Al ver la expresión de Leo supe que le había dolido bastante, así que corrí hacia él preocupada.

—¿Estás bien? —Pregunté.

—Tampoco fue para tanto. —Dijo Mateo.

—¡Como no va a ser para tanto Mateo, todavía no se ha recuperado! —Dije frunciendo el ceño antes de ponerme frente a él.

—¡Bajale al tono, eh!—Dijo molesto. —Fue un accidente, tampoco es que lo hice a propósito.

—Podías ser más cuidadoso, ¿no? —Dije y él rió secamente.

—¿Muy preocupada? ¡Chupale la pija pues! —Habló en español antes de irse de la cancha enojado.

Yo suspiré y sentí las lágrimas salir de mis ojos. Puse el dorso de mi mano en mis ojos tratando de retener las lágrimas, mientras que mis labios apretados trataban de reprimir mis sollozos.

—Ey. —Dijo Leo que seguía en el suelo.

Respiré profundamente antes de ayudarlo a levantar.

—Lo siento. —Dijo él haciendo una mueca.

Yo ni siquiera respondí, solo lo llevé con mi apoyo hasta la casa y lo deposité en su cama en su habitación.

Subí las escaleras con pesadez, estaba abrumada y aburrida. No sabía si irme a casa o que hacer. 

Cuando entré a la habitación vi a Mateo en la cama cruzado de brazos.

—No quiero pelear. —Dije cerrando la puerta.

—Vos empezaste en el desayuno. Por una pavada —Dijo y yo fruncí el ceño.

—¡¿Una pavada?! Mat..

—¡¿Qué mierda te pasa?! —Se levantó de la cama exasperado.

—¡¿A mí?! ¡Me echaron del trabajo! ¡Vos no me das bola por andar con la cabeza metida en ese celular hablando con Georgina! ¡Y trato de ser una buena persona para ti pero nada es suficiente! Si me porto mal me mirás mal, si me porto bien me hacés una escena de.. 

—¿Qué decís de Georgina? —Frunció el ceño.

—Llamó cuando estabas jugando con Leo. —Dije seria. —Y le contesté.

Él alzó levemente las cejas, sorprendido.

—¿Y qué te dijo? —Preguntó.

—Nada.

—Algo te tuvo que decir. —Dijo él.

—¿Tendría que decirme algo entonces? Porque si ella no me lo dijo me lo podés decir vos. —Dije enojada.

Mateo me miró fijamente en silencio y yo caminé hasta mi maleta para empezar a guardar todo.

—¿Qué hacés? —Dijo Mateo antes de agarrarme algo brusco de la cintura para ponerme en la cama.

Le tiré la tanga que tenía en mis manos en la cara y él resopló antes de tirarla a un lado.

—Vamos a resolverlo de una vez. —Dijo sentándose a mi lado.

Alcé los hombros.

—No sé para que me trajiste acá si te la ibas a pasar con Georgina. ¡Justo con ella!

—No me la he pasado hablando con ella. No te niego que haya hablado con ella, todo en un ámbito amistoso. Pero me avisaron que va a ser invitada especial del próximo partido y bueno, hemos hablado de eso más que nada. Te prometo que es así.

—Ella no quiere ser tu amiga. —Dije.

—No dejo que se sobrepase, no tenés que preocuparte por eso, yo te amo a vos. Y Oli, no seás una mejor persona por mí, yo no quiero que seas buena para mí, quiero que lo seas para vos misma. —Dijo mirándome a los ojos. —Perdón por lo de esta mañana.

—Ya fue, olvidalo. —Dije antes de besarlo.






3/3

Perdón por no haberlo subido ayer, ya lo tenía escrito incluso, pero pasaron cosas y no pude publicarlo. Las amo.<3

Mess [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora