Mess [✓]

52

Mateo

flashback

Papá y yo estábamos en la terraza tomando mates, estaba un poco afligido por Olivia.

Tenía que ser sincero en un par de cosas, primero; no soportaba que la vieja Olivia estuviera de vuelta, y segundo; la extrañaba.

—¿Me vas a decir qué te pasa o vas a seguir simplemente así? —Preguntó mi viejo.

—Y nada, ¿qué me va a pasar? —Dije sin mirarlo.

Él suspiró.

—Bueno, te voy a decir. —Dije mirándolo ésta vez.

—Bue, Mateo. Si así de fácil sos con las minas..

—Callate. —Me reí con él.

—Entonces, ¿me vas a contar? —Preguntó. —Vos sabés que yo solo estoy para ayudarte y apoyarte.

—Es una mina. —Le dije a él.

Pedro sonrió sorprendido.

—Te juro que pensé que sería cualquier cosa menos eso. —Dijo él.

Asentí con la cabeza con una sonrisa ladeada.

—¿Y qué pasa? —Cuestionó él.

—¿Viste esas pibas que son insoportables y te dan ganas de darles una patada en la cara a ver si cierran un poquito el orto? —Dije y mi papá me empujó riendo. —Es una de esas, y es.. re chetita, no sé..

—¿Y por qué te gusta?

—¿Quién dice que me gusta? —Fruncí el ceño.

—Bue, ¿no te gusta? —Preguntó él.

—Sí, pero no lo había dicho.. ¡Aush! —Me quejé al sentir una palmada en mi cabeza por parte de mi papá.

—Dejá de hablar tanto y decime. —Dijo él.

—Yo peleaba con ella porque ella era insoportable en el colegio y trataba a todos mal porque tiene dinero. Y yo la re odiaba. —Dije. —Pero luego vi algo peculiar en ella, y una vez me salvó de una con una piba, bue, cuestión que la terminé invitando a un partido y desde eso comenzamos a hablar, a veces discutíamos por boludeces pero se me hacía divertido ya, incluso la traje aquí..

—¿Aquí, cuando? —Preguntó confundido.

—Si te digo me matás. —Dije y reí cuando me miró mal. —Cuando la fiesta de Emi.

—Na, que pajero. —Dijo mi papá y yo negué.

—No hicimos nada pa', me ayudó con lo de la fiesta y solo nos besamos acá... —Miré la terraza. —Nuestro primer beso.

—No te pongas maricón y seguí. —Dijo y yo negué con la cabeza mientras el reía.

—Y me gustaba, me gustaba estar con ella, me di cuenta que ella no era lo que le mostraba a los demás en el aula, parecía más que todo débil y yo..

—Querías protegerla. —Dijo mi papá.

—Sí... —Suspiré.

—¿Y qué pasó?

Lo miré dudoso pero alcé los hombros.

—Te lo voy a contar y de acá no sale. —Le dije. —La piba es modelo.

—Ah, re linda debe ser..

—No te das una idea, pero no es el punto. Cuestión que en resumen, la piba se acostó con el jefe de la agencia para poder pasar. Y ahí como que caí en la realidad, que no se que peli me había montado y ella era la misma piba vanidosa desenfocada..

Mi papá hizo una mueca.

—¿Y cómo te enteraste vos de eso? —Me dijo.

—Ella me contó. —Recordé ese momento.

—¿Y qué le dijiste? —Preguntó.

—Y nada, le dije que no sabía por qué había esperado algo de ella, y que dejáramos las cosas así.. ¿por qué me mirás así? —Noté a mi papá serio.

—No podés ser tan pelotudo, hijo. —Me dijo.

—Ah, mirá que lindo vos. —Dije frunciendo el ceño.

—Es la posta, Mateo. ¿Te das cuenta que la piba te contó eso y en vez de ayudarla le diste la espalda? —Dijo ¿molesto?

—Pero viejo, ¿cómo ayudarla? Ella lo hizo porque quiso.

—Creeme que si a vos no te gustó a ella menos. —Dijo él.

Me quedé pasmado ante su respuesta.

—Así son los adolescentes, miran todo de forma superficial y les es tan fácil juzgar. —Dijo él y yo pasé saliva. —Mirá Mateo, esa piba puede ser insoportable, pero vos lo dijiste, con vos era distinta, capaz vos le hacías bien. ¿Sabés los problemas que pueda tener ella en casa?

Recordé la vez que estaba en la cancha y no le contestaba a su padrastro, o hace unos días cuando entró al colegio roja y con expresa molestia.

—No..

—Para la gente es fácil decir: “mirá esta piba lo único que quiere es llamar la atención”. Pero nunca se preguntan por qué. Cuando las personas buscan atención es porque la necesitan. Esos gritos insoportables a veces son solo llamados de ayuda. Capaz vos se la estabas dando..

Comencé a sentir un nudo en la garganta pensando en cuánta razón tenía mi papá.

—Yo solo te aconsejo que si realmente te gusta, es una tontería alejarte por eso. Nadie dice que no hizo las cosas mal, pero no mirés lo que hizo, sino el por qué. —Dijo y yo asentí.

Miré el cielo haciendo mi boca a un lado.

—Creo que hablaré con ella.. —Suspiré.

Mi papá sonrió. —Traela a almorzar..

Y tras decir eso se fue, dejándome con un nudo de pensamientos.

Que pelotudo, Mateo.

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Maratón 1/3<3