No sabía si acercarme pero finalmente lo hice.
—Hola, ya terminé. —Dije acercándome a Mateo y mirando de reojo al hombre.
—Hola, ¿es tu novia? —Preguntó el señor.
Mateo me miró y yo sonreí.
—Pronto. —Dijo él.
Alcé ambas cejas y él me sonrió.
—Bueno, Mateo, te dejo. —Dijo él antes de darle una tarjeta y tras guiñarle un ojo se fue.
Miré confundida la espalda del hombre y luego miré a Mateo, que observaba atento la tarjeta.
—¿Quién era? —Dije confundida.
—Es como.. un caza talentos. —Dijo mientras caminábamos hasta el ascensor.
Saqué el celular y pedí el Uber.
—¿Ah? —Pregunté sin entender.
—Van a las canchas de los barrios a buscar buenos jugadores para darles oportunidades. —Dijo él.
Abrí mis ojos y sonreí. —¿En serio?
—En serio. —Asintió con una sonrisa. —Le dije donde quedaba la cancha y cuando volvíamos a jugar para que fuera a vernos.
—Teo. —Me puse frente a él. —Me alegra mucho esto..
Él puso sus manos en mis mejillas y me dio un beso en los labios.
—Te amo. —Dijo antes de tomar mi mano para qué saliéramos del ascensor.
El Uber no tardó en llegar y estuvimos esta vez viajando hasta el barrio, para luego llegar hasta la cancha.
—Pago yo. —Dijo Mateo y aunque dudé un poco, dejé que lo hiciera.
Bajamos y nos acercamos a la cancha, nos sentamos en las gradas donde ya habían bastantes personas.
Mateo se sacó sus tenis y se puso los botines. Agarró el termo con agua y metió los tenis en la mochila.
—Suerte. —Le dije mientras agarraba su mochila.
—Dame un beso mejor. —Pidió.
—¡Dale, Mateo! —Gritó Ignacio.
Mateo se rió y volvió a agarrar mi rostro para besarme por unos cortos segundos.
Yo miré con una sonrisa como se iba hacia la cancha y entraba para comenzar el partido.
—¿Es tu novio? —Preguntó una chica atrás de mí.
—¿Por qué? —Levanté una ceja.
—Le gusta a una amiga mía, es solo una pregunta. —Dijo ella.
—Pues, estamos en algo. —Dije seria.
Ella asintió y volvió a sentarse. Rodé los ojos y volví la mirada al frente.
Como siempre, no entendía mucho el fútbol pero miraba atenta cada cosa.
Sonreí cuando Mateo anotó un gol y miré emocionada como la gente se levantaba de las gradas para celebrar el gol.
Reí cuando vi como a un hombre se le cayeron sus palomitas.
Volví a mirar al frente y me encontré a Mateo que terminaba de celebrar con sus amigos. Su mirada fue a mi y recordé cuando había venido a verlo antes en su partido.
Le saqué el dedo del medio y él sonrió antes de mandarme un beso.
Los amo, basta😔
Termina bien, termina mal?
1/? Ya saben como es.