Mess [✓]

28

—Olivia.

Abrí los ojos al escuchar mi nombre.

Levanté mi cabeza de la mesa con bastante pesadez. Miré a Mateo que me miraba fijamente junto con Ignacio.

—¿No dormiste bien? —Negué con la cabeza ante la pregunta de Mateo.

—¿Querés quedarte a dormir aquí en el salón? Ya es el recreo. —Dijo y yo asentí simplemente.

—Vamos. —Dijo Ignacio.

—Andá vos. —Le dijo él.

—Andá con él. —Dije yo y él negó con la cabeza.

Bajé la mirada y sentí apenas como Ignacio se alejaba de nosotros. Escuché luego la puerta cerrarse.

—Recordás lo que pasó..

—No estoy de humor, lo siento por eso, creo que era bastante obvio que estaba ebria. —Dije y él sonrió.

—¿Qué pasó? —Preguntó. —¿Si tenías una entrevista ayer?

—¿Te lo dije? —Pregunté.

—Sí, como estabas ebria no sabía si era verdad. —Dijo y yo asentí.

Sonreí apenas.

—Me fue muy bien. —Dije y él sonrió.

—¿Pasaste?

Sentí el nudo volver a aparecer en mi garganta mientras cortas imágenes de las manos de ese hombre sobre mi cuerpo aparecían.

—S-sí. —Sonreí.

Él frunció el ceño levemente, confundido.

—¿Por qué estás triste? —Preguntó.

Mis ojos se mojaron en seguida y yo giré mi cabeza.

—Estoy bien. —Musité.

—Miéntele a otra persona. —Dijo y yo lo miré molesta. —¿Qué? Como podés decir que estás bien si estás llorando.

Toqué mis mejillas y me di cuenta que estaban húmedas.

—Estoy bien. —Dije con la voz quebrada.

Bajé mi mirada y no pude evitar comenzar a llorar.

—Soy un desastre. —Dije en voz baja antes de hundir mi rostro en mis manos.

No podía evitar que las lágrimas corrieran, pese a que había llorado toda la noche.

—¡Pasé! —Grité con una sonrisa.

Mis papás me miraron con una sonrisa y me dieron un abrazo.

Luego de eso me encerré en mi cuarto y lloré hasta quedarme dormida.

Tuve que hacerle un pete a ese hombre y dejar que tocara mi cuerpo.

Fue simplemente..

Mi corazón se movió con intensidad al sentir unos brazos rodearme.

—No sos un desastre. —Dijo Mateo hablando en mi oído. —Sos muy linda.

—Ya sé. —Dije llorando y él rió.

—Sos muy divertida, y tenés los zapatos más bonitos que haya visto. —Dijo y ésta vez reí yo sacando las manos de mi cara.

—Solo lo decís para que no llore. —Dije y él sonrió mirándome.

—Lo dije con esa intención, pero no son mentiras. —Dijo y limpió mis lágrimas.

Cerré los ojos inconcientemente al sentir la calidez de su tacto en mi mejilla.

Abrí mis ojos y lo miré.

—Quiero dejar de hacer las cosas mal. —Dije y él asintió.

—Todos podemos hacer eso, solo hay que esforzarse un poco, y tener el apoyo de un amigo. Vos ya tenés uno..

Enamorada quedé 🥰