Mateo
—Está un poco decaída últimamente. —Dijo Ignacio.
Asentí con la cabeza, había estado además un poco cortante conmigo. Pero bueno, Olivia parecía el tipo de persona que requería su tiempo.
Estaba seguro que no era algo conmigo, no me quiso contar el otro día lo que pasaba o más bien lo que había hecho, porque lo único que me dijo era que quería dejar de hacer las cosas mal, eso significaba que había hecho algo malo.
No me interesé en que me lo dijera, solo traté de hacerla sentir mejor, porque se notaba que era lo que necesitaba.
Olivia estaba sentada en su puesto, escribiendo en su cuaderno, bastante seria. No molesta, más bien bastante concentrada en lo que hacía.
—Creo que solo está tratando de hacer las cosas bien. —Dije sin dejar de mirarla.
—Pero no es ella, boludo. Mirá, hasta le prestó su lapicero a Polo. —Dijo mi amigo y yo asentí.
Miré a Polo que estaba a su lado y en efecto tenía un lapicero brillante que decía “Olivia” por todas partes (no literalmente).
Ella no era así de amable.
Miré su rostro y noté que no llevaba casi maquillaje, se veía igualmente hermosa.
—La baba. —Dijo Ignacio sacándome de mis pensamientos.
Lo miré y levanté la ceja.
—¿Qué?
—Te la comiste ahí con la mirada no más. —Dijo riéndose y yo negué con la cabeza.
—Estaba pensando, no la estaba mirando. —Dije y él asintió con una expresión que decía “ajá”. —Solo me parece bonita.
—¿Y yo que dije? No dije que te ibas a casar con ella. —Soltó y yo resoplé.
—Callate mejor. —Dije rodando los ojos. —A parte, creo que tiene novio.
—¿Hm? —Preguntó él confundido.
—Bueno, no sé. Digo, más bien el otro día tenía un chupón en el cuello.
—¿Y no le preguntaste?
—Y no, acá la chusma sos vos. —Dije y él me miró mal.
Para mi suerte el timbre sonó, así que comencé a empacar mis cosas, pendiente de Olivia; quería hablar con ella.
Me levanté de mi asiento con la mochila colgada en el hombro fui hasta su puesto.
—Hola. —Saludé.
—Hola. —Respondió con poco ánimo.
—¿Todo piola? —Pregunté.
—Sí, supongo.. —Dijo ella alzando los hombros.
Continuó empacando bajo mi mirada. No se por qué me molestaba que estuviera tan indiferente, quiero decir, me ponía un poco triste.
—¿Querés algo de comer? —Pregunté.
Capaz tenía hambre, cuando yo tengo hambre me comporto así.
Bueno.. no así, solo un poco parecido.
—No como nada del colegio. —Dijo ella y asentí rodando los ojos recordando que.. bueno, Olivia era simplemente Olivia.
—Te tenía una invitación. —Dije por fin caminando con ella fuera del aula.
Ella alzó ambas cejas mirándome.
—Pero, ¿vos estás enojada conmigo?
Ella frunció el ceño.
—Me mirás como si lo estuvieras. —Dije y ella negó con la cabeza.
—Así miro siempre, ¿como querés que te mire? —Dijo.
Yo asentí con la cabeza. Ella tenía razón, ella estaba siendo ella misma, no sé que esperaba.
—¿A qué me ibas a invitar? —Preguntó.
—Ah, es un plan re aburrido. Pero, mi hermano va a hacer una mini fiesta con sus mini amigos. —Dije y ella rió un poco, a lo que yo sonreí.
—¿Entonces...?
—Ah, sí. Bueno, mi papá no va a estar y quiere que lo cuide. Por ahí vos podías bajar a mi casa y acompañarme. No tenemos que estar todo el rato detrás de ellos, podemos ir a la terraza y tomar mates, ya sabés...
Me quedé mirando su expresión y traté de contener una sonrisa al ver que sus ojos brillaron.
—¿Entonces sí? —Dije al ver que no decía nada.
Ese brillo en sus ojos desapareció, y la indiferencia que adornaba su rostro regresó.
—En realidad no puedo, tengo la agenda muy ocupada con lo de la nueva agencia. —Dijo ella y yo hice una mueca antes de asentir.
Ella me miró fijamente en silencio, antes de irse, caminando sola con los auriculares puestos.
Definitivamente algo le pasaba.
Holas<3
¿Qué creen que pasa?
