Mateo le había avisado a su papá que se iba a quedar en mi casa, al principio pensé en decirle que durmiera en mi habitación y yo dormía en la suya, pero si era sincera no era lo que quería, me gustaría mucho que durmiéramos juntos, así que por ahora no le iba decir nada.
—¿Vemos una peli? —Preguntó y yo asentí.
Prendimos la TV de la sala y comenzamos a buscar películas en Netflix, pero las películas que decía Mateo yo ya me las había visto, y las que yo decía él ya se las había visto.
—Te viste todo Netflix, boludo. —Me quejé.
—Y bueno, nunca tengo nada que hacer, a menos que salga con los pibes. —Dijo y rió.
—¿Vamos a la piscina? —Propuse.
—¿Hay piscina? —Preguntó.
—También hay jacuzzi si no te gusta el agua fría. —Le dije.
—Me copa la idea del jacuzzi. —Dijo y yo sonreí. —¿No lo usás mucho?
—No, antes lo usaba mucho, cuando llegamos a la casa prácticamente, me emocionaba mucho el grandor de la casa, ahora es solo un detalle, y supongo que se trata de la costumbre. —Dije. —Dejó de ser especial cuando la casa era hermosa.. y el hogar no lo era, espero que entendás a que me refiero.
Él hizo una mueca y asintió.
—Voy a ir a cambiarme, ¿tenés pantaloneta debajo? —Pregunté y él asintió.
—Sí, dale. —Dijo él.
—Esperame. —Dije antes de subir.
Escogí un bikini de dos piezas y me lo puse enseguida. Había hecho sesiones de fotos casi que desnuda, así que la pena por mostrar mi cuerpo se había esfumado ya hace tiempo, aunque de igual manera me ponía un poco nerviosa por que me viera él.
Bajé las escaleras ya con éste puesto y lo encontré mirando su celular.
—Vení. —Le dije.
Él volvió a mirarme y soltó el celular. Yo miré disimulada su torso desnudo y sonreí para mis adentros.
Que morocho tan hermoso era.
Pude notar que me inspeccionó un poco y esta vez no contuve mi sonrisa.
—Vamos. —Me di la vuelta y comencé a caminar hasta la puerta de cristal que estaba a un costado de la sala.
—Vamos. —Escuché a Mateo repetir detrás de mí a la vez que sentía su mano propiciarle una caricia a mi cintura.
Abrí la puerta de cristal antes de adentrarme en el patio, en donde estaba la piscina y a un costado el jacuzzi.
Luego de ponerlo a funcionar, entré y me senté, el agua estaba poco más arriba de mi ombligo.
—Está re piola. —Dijo Mateo antes de entrar y sentarse frente a mí.
Yo miré su rostro detalladamente mientras el cerraba los ojos seguramente disfrutando del agua.
¿Ya les había dicho que me dejo llevar por mis impulsos?
Maratón 2/? ahora sí me pongo a actualizar foeerte.
Cosas que dejó el vivo: 1. Vergüenza xd (estoy que muero. 2. Que mi mamá casi se mete jajajajajaja. 3. Que amo a Nai.<3
Hice el en vivo super improvisadamente así que un día haré uno que esté mejor elaborado y que haya avisado con mayor anticipación ajdjajdhak.