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Sonreí en medio del beso sin poder creérmelo. Se sentía tan bien...

Alejé a Mateo de golpe, y él me miró confundido.

—¿Qué pasa? —Preguntó Mateo mirándome.

—¿Cómo que qué pasa? —Obvié.

Él seguía sin entender, y siendo sincera yo tampoco.

—Bueno, no sé.. me asusté. —Dije y me reté por decirle eso.

—¿De qué te asustás? —Preguntó mirándome.

—Y no sé, ¿por qué me besaste? —Pregunté.

Él me miró fijamente, parecía no saber muy bien que decir.

—¿Sabés qué? Olvidate. —Dije negando con la cabeza, cerré los ojos por unos segundos y lo miré. —Supongo que fue el momento.

—¿Vos me lo seguiste por el momento? —Cuestionó Mateo.

Esta vez era yo la que no sabía que decir.

—No... —Lo miré fijamente. —Sé.. No sé. 

Mateo frunció el ceño y sonrió confundido.

—Decidite, boluda. —Se rió.

Me pegué en la cabeza frustrada.

Sí que sabía por qué le había dado el beso, pero es que.. agh, no me maten, tengo el orgullo más grande del universo.

Estaba entre un debate sobre mantener mi orgullo o serle sincera con lo que venía sintiendo los últimos días.

—Y.. ¿Olivia? —Caí de nuevo en la realidad al oírlo.

—Tendríamos que ir con tu hermano. —Dije.

Mateo me miró por unos segundos en silencio hasta que finalmente alzó los hombros accediendo.

Lo miré también en silencio antes de darme la vuelta para entrar pero no fui capaz, volví a mirarlo a él y junté nuestros labios una vez más.

Sus manos fueron a mi cintura y las mías a su cuello. Mordí su labio cuando sentí como apoyó mi cuerpo contra la pared y empezó a besarme con más desespero.

Me encantaba mucho ésto, pero mi mente simplemente no me estaba permitiendo disfrutarlo totalmente y eso me estaba estresando. Por más que no quisiera iba a tener que parar.

—Pará. —Dije alejándome de sus labios.

—¿Ahora qué pasa? —Preguntó Mateo sin dejar de mirar mis labios, causando que mi estómago siguiera sufriendo de un remolino de emociones.

—Es que.. ¿por qué hacemos esto? —Cuestioné angustiada.

Él me miró a los ojos y negó con la cabeza.

—¿Por qué lo hiciste vos? —Preguntó.

—No sé, quería hacerlo, me gustó.. —Dije sincera. —Sentí hacerlo.

—Y bueno, si nos estamos dejando llevar por lo que sentimos, ¿por qué te preocupás? —Preguntó Mateo.

—No sé, no es lo mismo. Capaz siempre hago eso con otros pibes pero no puedo hacerlo con vos. —Dije todo lo que me salió decir.

Mateo me miró con el ceño fruncido. —No entiendo.

Resoplé mirando arriba, sintiendo aún sus manos en mi cintura.

—Que por ahí si pinta chapar con un pibe pinta y ya, pero no vos, Mateo. —Dije e hice un poco a un lado mi orgullo. —No sos cualquier pibe y ya, vos sos Mateo, y no sé por qué te estás volviendo tan especial para mí...










Holas<3 ¿opiniones?

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