Subí hasta llegar a la habitación.
—Ahora sí, hola. —Me dio un beso en los labios antes de cerrar la puerta.
Negué con la cabeza con una pequeña sonrisa.
—Perdón por lo de Laura, pero es que me pone de malas, de verdad no quería ser mala onda pero ella siempre empieza..
—Está bien, Oli. —Dijo Mateo. —Te entiendo, yo voy a hablar con ella, porque se que está actuando mal.
—Está bien, que se yo. —Dije antes de sentarme en su cama.
Me saqué los tacones y miré a Mateo.
—Estoy muy cansada. —Dije.
—¿Cómo te fue? —Preguntó Mateo.
Sonreí. —Super bien. Los jefes de la agencia me amaron, así que me pidieron que me quedara un rato más, hice diferentes sesiones, luego me enviarán las fotos. En una soy una viuda del siglo diecinueve (XIX), otras en bikini y otras con un vestido de fiesta. —Dije. —Modelé y dijeron que les encantó, me preguntaron sobre mi dieta y les conté, dijeron que estaba muy bien físicamente y que estaba preparada para entrar al mundo de las pasarelas. ¡Así que pasado mañana tengo que ir con el jefe a firmar en mi agencia para el traslado!
—Olivia.. —Sonrió. —Me alegro mucho, hermosa. Estoy muy feliz por vos.
—También estoy feliz..
Él se acercó hasta mí y se paró entre mis piernas, sus manos tomaron las mías y yo sonreí.
—Y más me puse feliz de que iba a poder venir con vos. —Dije.
—Siempre podés venir. —Dijo Mateo antes de abrazarme.
Yo sonreí en medio del abrazo, él era la compañía que quería.
—Voy al baño. —Le dije a Mateo.
—Dale. —Dijo Mateo.
—¿Me prestas algo para dormir? —Dije. —No traje nada, me vine directamente a tu casa.
—Claro.
Mateo fue hasta su clóset y agarró una bermuda gris y una camisa blanca bastante grande.
—Gracias. —Me reí de solo previsualizar en mi mente como m iba a quedar.
Entré al baño y me cambié, me reí al verme al espejo.
Me tomé el tiempo de sacarme el maquillaje de mi rostro y tras aplicarme una crema de cuidado facial, guardé todo y salí del baño.
—Pensé que no salías más. —Dijo Mateo.
—Me queda linda, ¿no? —Me hice la coqueta.
—Todo te queda lindo. —Dijo.
Puse mi bolso en el suelo y me acerqué a Mateo que estaba en la cama para luego acostarme a su lado.
—Me estaba sacando el maquillaje. —Dije.
—¿Has notado lo linda que te ves así? —Dijo.
Sonreí. —Lo sé, pero vos lo decís por chamuyo.
—Chamuyo mis bolas.
Me reí antes de comenzar a sentir sus besos ser repartidos por mi rostro.
—Mateo. —Me quejé.
Él se encimó sobre mí sin aplastarme siguiendo con sus besos y yo me reí.
—Es tu culpa, te lo dije. —Dijo él antes de besar cortamente mis labios.
Alejó un poco su rostro del mío para mirarme a los ojos.
—¿Qué? —Dije.
Él me señaló como retándome.
—Te dije que si pasabas te iba a llenar de besos, ahora mirá lo que me ponés a hacer. —Dijo serio y yo reí negando con la cabeza. —¿Ah? ¿por qué pasaste? ¿querías besos?
Antes de poder responder una carcajada sonó por toda la habitación cuando los dedos de Mateo picaron mis costillas haciéndome reír. Negué con la cabeza mientras sentía que él aire me faltaba, pero el paraba por segundos para luego proseguir.
—Te odio. —Dije agitada cuando él paró.
—Mentirosa. —Dijo Mateo parando de reír.
Nuestro pecho subía y bajaba de forma rápida ya que nos habíamos reído mucho.
Miré a Mateo y una pequeña sonrisa se formó en mi rostro, sin embargo él me miraba atento, en completo silencio.
Volvió a acercarse a mi rostro y comenzó a besarme lentamente, cerré mis ojos disfrutando de el encuentro de nuestros labios, los cuales danzaban a un ritmo tranquilo pero apasionante.
Su lengua entró de pronto a mi boca y el beso se volvió simplemente excitante.
Llevé mis manos a su cuello, mientras sentía las de Mateo viajar a mi cintura y propiciar caricias allí.
Mateo terminó el beso y volvió a unirlos solo para dejar un beso sonoro, y entonces, llevó lentamente sus manos debajo de la camisa suya que yo llevaba puesta, para poder acariciar la piel de mi cintura mientras me miraba a los ojos.
Extra 2/2 las amo. Descansen❤️
No les pasa que ✨mis lectoras✨