El primero en salir del auto fue Ignacio, y cuando salí no tardé en caminar dentro del hotel, me apresuré a entrar.
Me dirigí al ascensor, pero enseguida agarraron mi brazo y me dieron vuelta, dejándome ver a Mateo, mirándome sin ninguna expresión.
—Hablemos. —Dijo él. —En el restaurante.
Mucho no quería hablar con él, pero supongo que teníamos que hacerlo.
—Está bien. —Asentí tratando de hacerme la desinteresada.
Él sonrió ligeramente y caminó conmigo al ascensor, en el piso de arriba estaba el restaurante del hotel.
—Perdón por lo de recién, no estaba de humor y dije cosas que no..
—Está bien, no me importa. —Dije y él asintió mirando al frente.
—¿Te gustó el partido? —Me miró.
Asentí. —Eres todo un profesional.
—Gracias. —Dijo con una sonrisa que me contagió.
Alcé una ceja al ver que me seguía mirando, pero decidí desviar la mirada yo.
No me importaba.
Las puertas se abrieron y ambos nos bajamos para caminar hasta una de las mesas.
Miré el menú e hice mi pedido rápidamente, él sin embargo, se tardó un poco más.
Saqué mi celular y vi que los rumores se esparcían cada vez más, sugiriendo que el hecho de que ambos fuéramos argentinos era una prueba de ello.
Lo cuál no era en absoluto una prueba.
—Tengo una entrevista pronto, desmentiré todo. —Le dije.
Él me miró y asintió antes de hacer su pedido.
—Entonces, ¿pretendés que hablemos de..?
Mateo negó con la cabeza. —Siendo honesto, he dejado todo eso atrás. —Sonrió. —Quiero decir, es estúpido que nos evitemos. Entiendo que las cosas terminaron mal entre nosotros pero ya fue hace cuatro años, y yo no te guardo ningún rencor, podríamos ser amigos.
Mi boca se abrió un poco descolocada por lo qué había dicho.
Reí seca. —¿Vos no guardás rencor? —Dije yo.
Él alzó una ceja.
—Mateo vos me dejaste, no tendrías por qué guardar rencor. —Dije obvia, casi me daba risa, pero risa de la rabia que me generaba.
—Ah bue. —Se rió él. —Ahora yo soy el malo de la historia.
—Sería más estúpido decir que yo lo soy. —Dije riendo.
Él frunció el ceño. —Estaba seguro de que vos lo habías entendido.
—¿Entender qué, las mil excusas que pusiste cuando me dejaste? No la verdad que nunca las entendí. —Dije.
Me tensé un poco al ver sus ojos un poco brillantes, sin embargo él solo desvió su mirada y negó con la cabeza antes de sonreír.
—Sos increíble, wacha. —Dijo él mirándome.
—Yo no acepté salir con ese chabón de la agencia, le dije que me lo iba a pensar porque era re gede, iba a hacer la pasarela para luego renunciar, porque quería cumplir mi sueño pero también estar con vos. —Dije y él me miró estático. —Sí. —Me levanté de la silla. —Yo habría dejado la agencia solo por seguir con vos, pero Mateo, vos no pudiste ni parar un segundo para escucharme. Y si me querías dejar no tenías por qué echarme la culpa a mí.
Me di la vuelta antes de que las lágrimas salieran de mis ojos y caminé fuera del restaurante. Que se pudra.
3/3 ya se que fue re cortito pero quiero ver si termino una fic que estoy haciendo en borradores.
Las amo muchísimo, gracias x todo el apoyo, son increíbles<3