09

6.3K 358 124
                                    

Caminé con pasos acelerados hasta la puerta del aula. Juro que no habría venido si no hubiera sido porque tenía que exponer en esa clase.

A parte, no podía dejar que ellos me vencieran. Al menos que no supieran que tenían tanto poder en mi vida.

Traté de no llorar toda la noche ante lo que había sucedido. No quería verme de esa forma y no quería pensar que había hecho las cosas mal.

Digo, todos ellos lo hacen también, no entiendo por qué me hizo eso. Cuando lo vea lo voy a matar.

Cuando llegué a mi destino mi corazón se aceleró pero respiré profundo, y caminando como una reina entré hasta llegar a mi puesto. Mordí mi mejilla interna al escuchar las risitas que aún así trataban de ocultar.

Me sentí muy intimidada de pronto, pero solo organicé mi cabello haciéndome la muy digna. Lo bueno es que en las fotos no se me veía nada.

El pibe de ayer; Marcos, les había enviado a todos una foto de nosotros luego de haber cogido. En una se había tomado una foto en donde yo salía a su lado dormida, cubierta lo suficiente con la sábana pero aun así era notorio que estaba desnuda. Y, en la otra, la terrible, él estaba sonriendo mientras por encima de la manta apretaba uno de mis pechos.

Lo bueno era que al menos no lo habían filtrado a ninguna red social.

Llegó mi turno de exponer y me tragué toda la vergüenza para acto seguido, salir al frente y abrir mi cartelera en frente de todos.

—¿No había más colores para ponerle? —Jodió alguien del grupo provocando la risa de todos.

¿Quién más? Mateo Palacios.

Rodé los ojos y miré al profesor.

—Cállense por favor y escuchen. —Dijo el profesor.

—Eh, a mi me tocó el tema.. de.. —No podía parar de titubear mientras miraba las sonrisas grandes en sus rostros.

Una lágrima salió de mi ojo inevitablemente y la limpié enseguida.

Excelente, tengo que ser excelente.

tomé aire y sonreí también para luego comenzar a exponer tan bien como lo ensayé en mi casa. Algunos se reían de vez en cuando y otros ya escuchaban con atención.

—¿Hay preguntas? ¿Alguna observación? —Cuestionó el maestro mirando al grupo.

—Lindos pezones. —Dijo un pibe a lo que todos volvieron a reír.

Solté un suspiro cansada y me di la vuelta para salir del abrumador salón. ¿Cómo puedo ser yo la villana de esta historia?

Me acerqué a rápidos pasos hasta Marcos cuando lo vi y sin pensarlo le di una buena cachetada.

—Es más grande mi dedo. —Dije molesta para mostrarle mi dedo del medio y luego irme.

Soy un desastre.






Holaaa<3

Sale actualizar aquí?

Mess [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora