151

2.3K 204 23
                                    

Caminó un poco hasta arrinconarme en una esquina de la piscina. Sus labios bajaban por mi cuello depositando suaves y húmedos besos.

—Te amo. —Dijo y me soltó para bajar su bermuda junto a su bóxer.

Sus manos se sujetaron rápidamente a mis caderas, mi cuerpo se estremeció todo al sentir su miembro tocando mi zona íntima.

—Te amo. —Dije agitada mientras abrazaba su cuello.

Una de sus manos bajó para acomodarse bien en mi entrada. La respiración de ambos se había vuelto más pesada.

—Linda manera de empezar las vacaciones. —Dijo Mateo antes de introducirse en mí de una.

Solté un jadeo mientras apretaba su espalda. Escuché un jadeo también de su parte.

Su mirada fue a mis ojos y sin dejar de mirarme salió un poco de mí para comenzar a embestirme con un ritmo suave y con fuerza.

Gemía bajo mientras cerraba mis ojos extasiada por el placer que llenaba mi cuerpo.

Mis manos subieron a sus rulos antes de enredar mis dedos en su cabello y jalarlo ligeramente. Su mano bajó un poco mi corpiño para bajarlo un poco y comenzar a tocar mis senos.

—Teo.. —Suspiré antes de gemir alto.

Sus labios se juntaron con los míos para besarme, gemí al sentir que aceleró el ritmo de sus movimientos y sentí su lengua moverse de forma lasciva por mi boca entre abierta.

—Que rica.. —Dijo tocando mi culo.

Sus besos regresaron a mi cuello, mis gemidos fueron incrementando el volumen cuando sentí que estaba cada vez más cerca del orgasmo.

Su pija entraba y salía de mí de forma rápida, y cuando sentí sus dedos en mi sensible clítoris no aguanté más y gemí sintiendo que el orgasmo se apoderaba de mi cuerpo. Sentía mis paredes apretar su miembro y cuando sentí a Mateo apretar con fuerza mi cintura y quedarse quieto me di cuenta que él también había llegado.

—Me encantó. —Dije agitada. —Me encantás.

—Vos, mi amor. —Sonrió.

—Ya no tengo energías para nadar. —Me reí.

—Eso te pasa por andar de caliente. —Dijo Mateo y yo abrí mi boca.

—¡Pero vos..!

—Que sucia sos, Olivia. No me dejaste bañarme tranquilo. —Se burló y yo lo miré mal.

—Dale, eh. —Dije y él negó antes de besarme.

—Joda bebé, es que estás muy buena y no me puedo quedar quieto. —Dijo y yo negué con la cabeza.

Mateo y yo fuimos a unas pequeñas escaleras que habían en la esquina de la piscina. Nos sentamos ahí para no salir del agua, pero no teníamos ganas de nadar ya.

—Andá por mi tanga, Mateo. Quien sabe donde la dejaste. —Me reí.

—Uh. —Me abrazó y apoyó su cabeza en mi pecho. —Ahora la busco que no doy más.








4/?

Los amo a ellos pero más a ustedes<3

Mess [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora