Olivia
Siendo honesta, a mí también se me había hecho incómodo tomarme esas fotos delante de Mateo.
No eran fotos que yo no me hubiera tomado antes con algún pibe, pero siempre fui soltera. Era totalmente distinto hacerlo ahora y más con Mateo mirándome.
Entendía incluso que se hubiera puesto celoso, pero no me cabió nada esa escena, no quería que dijeran que él era alguien tóxico o algo así, porque no lo era en lo absoluto.
Conocía a Mateo y él no era para nada tóxico, sí era un poco celoso y ser celoso no está mal, lo que está mal son las actitudes que puedes tomar a raíz de este sentimiento.
Un ejemplo de eso es lo que Mateo acababa de hacer.
Por otro lado, estaba contenta porque sí que le había cerrado la boca a la otra piba que se creía el centro del universo. Y además Sam había acabado de darme una de las mejores noticias.
Mis fotos estaban gustando mucho, así que iba a participar en la pasarela que hacían a final de mes aquí mismo en Buenos Aires.
Iba a tener que trabajar más pero para mí eso no era un problema, más sabiendo que ya íbamos a salir del colegio. Con más razón podía centrarme en todo esto.
—¿Olivia? —Dijo Sam mirándome.
—¿Ah? —Dije algo perdida.
—No firmaste. —Se rió.
—Me colgué. —Reí un poco antes de tomar el papel y firmar.
¿Mateo estaría afuera o se habría ido?
—Es un poco extraño, Marlon. —Dije yo.
—Es obvio que le gustás. —Dijo Sam.
Alcé una ceja.
—No me conoce ni siquiera. —Dije obvia.
—Pero eso quisiera él, conocerte. —Dijo. —Para mí harían linda pareja.
—Claro. —Dije yo. —Solo que yo tengo novio y lo amo.
—Bueno, amar es un concepto que le queda muy grande a la juventud. —Dijo él.
Alcé una ceja. —Y juzgar uno que le queda perfecto a los mayores. —Dije y él rió. —Es en serio, son demasiado prejuiciosos.
—Yo solo digo lo que pienso, no tendría que generalizar tanto pero los jóvenes suelen buscar refugio en otras personas y eso no está bien. Al amar no tenemos que volvernos dependientes de las personas, y eso es en lo que fallan la mayoría de los jóvenes. —Dijo.
Suspiré. —Sí, pero bueno, Marlon no me interesa. Es muy lindo, pero no le veo nada de interesante.
Él asintió. —No hay problema, ya puedes irte.
—Claro, adiós. —Me levanté de mi puesto.
Miré a Marlon y noté que me miraba aún, rodé los ojos y caminé hasta la salida.
Cuando llegué pude ver afuera a Mateo en su celular.
—¿Ya está? —Preguntó él apenas me vio, guardó el celular en su bolsillo y se levantó hasta mí.
—Sí, creí que te irías. —Dije sincera.
Él apretó sus labios entre sí.
—Perdón. Estaba muy celoso y no supe como comportarme, se que actué mal y no volverá a pasar. —Dijo Mateo.
Sonreí de lado.
—No pasa nada, me alegra que sepás que estuvo mal lo de recién. —Dije. —Y entiendo los celos es solo que..
—Sí, entiendo. Yo realmente prefiero esperarte afuera porque entiendo que es tu trabajo pero no soporto ver como te mira. —Dijo él.
Me sentía mal por lo que había dicho Sam, mi novio tenía razón también.
—Trataré de evitar un próximo trabajo con él. —Dije.
—No tenés que hacerlo, vos lo dijiste, es trabajo. Mientras no sea más que eso no tengo problema. —Dijo él.
Asentí con la cabeza y sonreí de lado antes de plantar un beso en sus labios.
—Jorge habló conmigo. —Dijo Mateo. —Me consiguió una oportunidad en un club.
—¡Genial! —Sonreí. —Vas a ser el mejor futbolista del mundo.
—Ambos vamos a llegar lejos, ¿no? —Preguntó Mateo.
—Estoy segura. —Dije.
—Quiero llegar lejos con vos. —Dijo Mateo deteniendo sus pasos para besarme.
Holo, ahre. Creo que dejaré aquí y capaz actualizo en la noche. Muchos besos❤❤❤