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—Cami, no quiero ser egoísta e ignorar tus sentimientos, pero, ¿podés hacerme un favor? —Pregunté.

—Supongo.. —Me miró atentamente antes de encender el auto.

—No quiero ir a casa.. —Le dije.

—¿Adónde querés ir? —Preguntó.

Yo me quedé en silencio sin saber si decirle.

—Querés ir con él, ¿no? —Dijo Camilo.

Asentí suavemente con la cabeza y él sonrió.

—No pasa nada. —Dijo él y comenzó a conducir.

Le indiqué por donde ir mientras yo me mantenía en silencio.

—¿Cómo te fue? —Preguntó Camilo.

—Bien, te contaré todo después. —Dije yo.

—Okay, me alegra que te haya ido bien. —Dijo él.

Era de noche ya, había terminado algo tarde.

—Es aquí. —Detuve a Camilo.

Él frenó y yo sonreí.

—Gracias, Cami. —Dije.

Él suspiró fuerte. —No hay de qué, iré a mi casa y no atenderé a tu mamá..

Ambos reímos y yo asentí.

—Está bien, adiós.

Me bajé de su auto y lo primero que vi fue a Mateo sentado con Laura en ma acera de su casa.

Suspiré, sabía que no le agradaba. Podría ir con mi peor cara de culo, pero Mateo decía que era como su hermana, y yo le creía.

—Hola. —Me acerqué amistosa.

Mateo me miró algo sorprendido mientras que su amiga me miró confundida.

—Está un poco tarde, ¿no? —Dijo Laura a propósito. —Digo, hacer visitas a esta hora.

Miré a Mateo cansada y volví a mirar a Laura algo molesta.

—Sí, lo mismo va para vos. No se que te metes, si no es tu casa. —Dije.

—Yo la invité. —Dijo Mateo.

—Me invitó tu papá. —Dije y caminé hasta la puerta de la casa y toqué.

Mientras esperaba que abriera, escuchaba como Mateo se despedía de su amiga.

—Hola. —Me saludó.

—Hola. —Respondí.

Antes de que pudiera decir algo más, la puerta se abrió dejándome ver a Emilio.

—¡Hola! —Me saludó contento.

—Hola. —Sonreí.

—Creí que no vendrías nunca, pasá. —Dijo Emilio.

—¿Quién es, hijo? —Escuché la voz de un hombre al fondo.

Mateo me hizo una señal para que entrara, al hacerlo, él entró detrás de mí y cerró la puerta.

—Soy yo, pa'. Con una amiga. —Dijo Mateo.

Cuando llegamos a la sala, vi ahí a un hombre sentado en el sofá mirando televisión. Cuando nos vió, apagó la TV y nos miró.

—Hola, un gusto. —Me saludó con un carisma que me contagió enseguida.

—Hola. —Dije algo tímida. —Soy Olivia.

—Yo soy Pedro, el papá de éste boludo. —Dijo riendo y Mateo bufó.

—Siempre tan cariñoso él. —Dijo y yo reí.

—Viniste a pasar la noche, ¿no? —Preguntó Mateo.

—Sí, digo.. si es posible. —Me avergoncé.

—Claro que sí, nena. —Dijo Pedro. —Esas preguntas de Mateo. Son las nueve nene, no vino a saludarte.

Reí un poco, era re agradable.

—Vení entonces, mañana terminas de conocer a mi viejo. —Dijo Mateo arrastrándome, mientras yo veía a Pedro mirarme con ambas cejas levantadas.













Extra 1/2. No duden nunca de lo mucho que las amo❤️

¿Cuántos caps les gustaría que tenga en total la historia?

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