Llegué a la terraza arrastrada delicadamente por la mano de Mateo.
La noche había llegado, el cielo estaba oscuro y las nubes resaltaban bastante, lucía hermoso. El viento frío nos golpeó a ambos.
—Que bonito lugar. —Susurré.
Mateo asintió mientras mirábamos ambos hacia el cielo.
Sentía una sensación extraña en mi pecho, como una presión asfixiante que me rogaba a gritos que la eliminara, solo que no sabía como hacerlo.
Cuando bajé la mirada del cielo para encontrarme con la mirada de Mateo sentí la conmoción invadir mi cuerpo. Sus ojos se veían tan brillantes y me encantaba reflejarme en ellos.
Y sin darme cuenta la distancia había desaparecido, su rostro estaba a milímetros del mío, y su aliento chocaba contra mi rostro.
Bajé mi mirada a sus labios y casi por inercia relamí ligeramente los míos. Subí mi mirada a sus ojos y noté que también miraba los míos, más al instante también llevó su mirada a mis ojos, logrando que una corriente recorra mi dorsal.
Mateo ladeó ligeramente su cabeza y aquel beso no se hizo esperar más.
Mi corazón se había convertido en el tambor de una banda de tribuna.
Sus labios se comenzaron a mover suavemente sobre los míos a la vez que llevaba sus manos a mi cintura, eliminando el pequeño espacio entre nuestros cuerpos.
Aquello que había hecho antes se sentía como una experiencia nueva, y había logrado que mi ser colapsara en sentimientos encontrados.
Dejé que los nervios se desvanecieran y me dejé llevar por lo bonito que se sentía aquel momento, quizá lo más bonito que había sentido en mi vida.
Llevé mis manos a su cuello y abrí un poco mi boca para profundizar aquel beso que parecía que ambos necesitábamos. Su lengua no tardó en acceder en el interior de mi cavidad bucal, comenzando a explorar mi boca, llevándome a explorar distintas emociones y sensaciones que me estaban volviendo loca.
Sus dedos acariciaban juguetona y tiernamente mi cintura, provocando que me quiera derretir entre sus brazos.
Disfruté del sabor de su boca, de nuestras lenguas húmedas jugando entre sí, del roce de sus labios con los míos.
Corté el beso a causa de la necesidad imperante por respirar. Mi pecho subía y bajaba agitado, mis ojos permanecían cerrados.
Sonreí cuando sentí un beso en mi mejilla, abrí mis ojos y mordí mi labio al ver a Mateo mirándome con una sonrisa.
Una risa brotó de mis labios, pero fue callada en segundos cuando sus labios volvieron a juntarse con los míos.
Me voy a morir, le metí alto sentimiento al cap pero no sé si lo logré transmitir, espero que sí<3