Dante se sentó a mi lado y saludó a Ignacio.
—El lugar está completamente reservado para nosotros hoy, y su amigo. —Señaló a Ignacio. —No hay acceso para paparazzis. Solo hay un camarógrafo. —Lo señaló. —Que va a hacer una toma cuando te saluden y alguna escasa en medio del partido.
Asentí con la cabeza.
—No hay problema. —Dije.
Me serví una copa de vino y la llevé a mi boca. Dante me miró con desaprobación pero antes de poder reprocharme algo, el ringtone de su celular lo interrumpió. Me miró una vez antes de salir del lugar para atender.
—¿Gustas? —Dije al ver que Ignacio no tomaba.
—Solo una copa. —Dijo.
Yo reí un poco y asentí antes de servirle, él la tomó y negó con la cabeza cuando Santi le pidió.
Miré al mozo del lugar y le pedí una cajita de jugo.
—¿No te molesta tanta atención? Es decir, por ser modelo deben darte demasiada. —Dijo él mientras tomaba de la copa.
Alcé una ceja. —Amo la atención.
Él rió mirando a la cancha, las gradas gigantes ya comenzaban a llenarse por los miles de hinchas.
—Me había olvidado como eras. —Dijo él.
—¿Y como soy? —Pregunté.
—Nada, lo digo por ese ego. —Dijo él.
Lo miré de reojo y me serví una copa más.
—Basta. —Entró Dante al verme con otra copa. —Debo irme, me está llamando Marceline y es algo importante.
Asentí con la cabeza y él miró a Ignacio.
—No dejes que tome por favor. —Dijo Dante e Ignacio asintió. —Adiós.
En seguida él se fue y quedamos solos junto al bebé y el mozo, que le entregó la cajita de jugo al bebé.
—¿Qué dijo? —Preguntó Ignacio.
Yo me reí. —¿No sabés Italiano?
—Solo un poco. —Dijo él.
—Dijo que te portes bien. —Dije antes de beber de la copa.
Ignacio sonrió negando con la cabeza.
Minutos después el estadio estaba lleno, y la voz comenzó a sonar en la cabina v.i.p y supongo que en todo el estadio también.
—Tenemos a una invitada especial, la invitada de honor es una modelo italiana, viene desde Venecia y la hacen llamar la diosa de la moda, con ust..
—¿Me veo bien? —Le pregunté a Ignacio algo nerviosa.
Él sonrió y acomodó un poco mi cabello mientras oía la voz decir mi nombre. La cámara rápidamente me enfocó y pude verme en la pantalla del estadio.
Quité la mano de Ignacio y sonreí a la cámara haciendo una seña de saludo con la mano.
Volví a mirar a la cancha y pude ver que aún me enfocaban, pero segundos más tarde dejaron de enfocarme.
Suspiré.
—Olivia nerviosa, eso es nuevo. —Dijo Ignacio.
—Cállate. —Dije antes de tomar a Santi.
El partido inició minutos después, yo miraba atenta todo, y era imposible que no me sintiera inundada por la nostalgia al recibir los recuerdos en dónde iba a a ver a Mateo jugar en una pequeña cancha. Cuando no entendía nada, o cuando íbamos a ver partidos en su casa y el me explicaba todo de lo que constaba el juego.
Lo odio por todo, y aun así creo que una parte de mí aún lo ama.
Bueno, medio x el cap sajsakajs.
1/3 bebés.<3
