Miré a Mateo algo perpleja, me tenía nerviosa y sorprendida.
¿Qué seguía? ¿iba a decir que me él me dejó?
—Vaya, esto parece una novela. —Dijo uno de los hombres que estaban sentados en la mesa.
—No me lo dijiste. —Dijo Clarissa algo atónita.
—No vi razones para hacerlo. —Dije sin separar mi vista de Mateo.
Él alzó una ceja y yo simplemente miré a otro lugar tratando de calmarme.
—¿Hace cuánto? —Preguntó Luciano.
—Mucho. —Dije cortante, y creo que con eso les di a entender que no quería hablar de eso.
Mateo seguía mirándome y yo estaba muy tensa.
—Voy por más licor. —Me levanté de la mesa.
Me levanté de la mesa y comencé a caminar a la barra que había en el lugar para entonces pedir algo para tomar.
—Ay, también estás aquí. —Dijo una chica a mi lado. —Nena, sos preciosa.
Amaba los elogios, pero estaba algo molesta. De igual forma sonreí.
—Gracias.
Antes de que me pusiera conversa, tomé la copa y me alejé un poco de ahí. Sin embargo, muy lejos no llegué porque Luciano se cruzó en mi camino.
Que wacho molesto.
—¿Qué tomás? —Preguntó.
—No sé. —Dije cortante.
Él alzó una ceja.
—No parece gustarte la fiesta. —Dijo él.
—La verdad que no. No quería venir pero Dante me obligó.
Luciano se vio algo desconcertado pero no me importaba, yo no era su amiga ni planeaba serlo.
—¿Querés tomar algo de aire? —Preguntó.
Iba a responder pero el tono de mi celular me interrumpió. Fruncí el ceño al ver que era una llamada de Mateo.
No la habría contestado en otra circunstancia, pero quería huir de este acercamiento.
—Me llaman. —Me alejé de él y contesté.
—¿Qué quer..?
—Te espero en el baño. —Dijo Mateo antes de colgar.
Miré hacia la mesa donde él estaba y vi que se levantó serio antes de dirigirse a unas puertas.
Una parte mía quería dejarle claro que yo no hacía lo que él quería, sin embargo, tenía curiosidad.
Sin embargo comencé a caminar hacia allí. Salí por aquellas puertas que daban a un pasillo vacío, solo habían repisas con trofeos y una puerta que seguramente daba al baño.
Caminé hasta allí y cuando entré me sobresalté al sentir la puerta ser cerrada rápidamente.
Dalente de mí se encontraba Mateo mirándome fijamente, bastante serio, y sus manos estaban a los costados de mi cuerpo, asegurándose de haber cerrado la puerta y de mantenerme acorralada contra él.
Podía estar molesta con él, pero eso no quitaba todo lo que sentía por Mateo, no quitaba que mi cuerpo se estremecía bajo esa mirada.
—Me estás haciendo molestar, Olivia. —Dijo serio.
—¿Qué? —Dije mirándolo sin entender.
—Pará de fingir que no me conocés. —Dijo él y yo alcé una ceja.
¿Qué le pintaba?
—Ha pasado tanto tiempo que creo que hasta olvidé tu nombre. —Dije, cosa que era obvia que no.
Él rió mirándome. —¿En serio? hace no mucho lo decías gimiendo.
Mi corazón se movió bruscamente en mi pecho mientras sentía mis mejillas calientes.
No, no, no que vergüenza.
Carraspeé. —No recuerdo eso.
—¿Querés que te lo recuerde? —Dijo antes de besar mis labios.
Holaaaa.<3 ¿cómo andan?
Yo con pereza, odio las clases):