Ignacio
Estaba segurísimo de que era Olivia la que estaba ahí ese día en el supermercado. Bueno.. en realidad no estaba tan seguro.
Cuando Mateo comenzó a plantearme las razones por las que esa chica no podría ser Olivia, me pareció razonable lo que él pensaba.
Pero yo la había visto y mis ojos no mentían, afortunadamente la última vez que fui a revisar mi vista en el médico me dijeron que veía muy bien.
Lo curioso era que iba con una nena muy parecida a ella, tanto que podría ser su hija, pero demasiado grande como para serlo. Quiero decir, es que podría pero habría tenido que haberse embarazado en la secundaria maso y a parte haberla dejado tirada porque claramente no estuvo con ella nunca en Italia.
¿Y si recién se dio cuenta de que tenía una hija?
Me pegué una palmada mental porque eso solo le pasa a los hombres, al menos ella no podría haber dado a luz sin darse cuenta.
Podría ser su hermana, o bueno, una coincidencia de la vida que se parecieran.
Lo que a mí me interesaba era demostrar que Olivia estaba aquí en Argentina, tanto para mí como para Mateo.
—Apurate que no llegamos y Pedro se come todo, olvidate. —Dijo Mateo.
Pero me hice el sordo, iba conduciendo el auto y fui entrando por distintos caminos hasta reconocer la casa de Olivia.
—Uy, boludo. ¿Por qué te metiste por aquí? —Cuestionó Mateo mirando hacia la casa.
—Ah, mirá que sorpresa. —Me reí internamente por lo buen actor que era o por lo pelotudo que podía ser Mateo como para creer que era una coincidencia. —Era esta, ¿no? —Señalé la del lado.
—Esta, esta era. —Señaló Mateo, la que por supuesto ya sabía yo que era.
Él se quedó tildado mirando la casa y yo alcé una ceja.
—Debería entrar a saludar a su hermanita, es un amor.. —Dijo él.
Abrí un poco mi boca pero luego disimulé mi sorpresa. O sea que sí tenía una hermanita.
—Sí, deberías entrar. —Dije y él mordió la piel de su pulgar derecho mientras miraba hacia la casa.
—Estoy diciendo pelotudeces, seguí. Yo ya no tengo nada que ver con Olivia y venir a su casa a molestar a su hermana..
—No, no. Entrá, mirá si sus papás te dicen donde está ella. —Dije rápidamente y él volvió a mirar a la casa pensativo.
Que diga que sí, que diga que sí.
—Arrancá, no voy a entrar donde nadie. Les caigo re mal a sus padres, bueno.. a su madre y a su padrastro, y ellos tampoco es que me agraden mucho. Aunque ellos supieran donde está Olivia no me lo dirían y dudo que lo sepan. —Dijo mirando al camino.
—Pero son sus papás, ñeri, cómo no van a..
—Vos no conocés a Olivia ni sabés nada para afirmar estas cosas. Arrancá que Pedro se va a comer la comida.
Resoplé y seguí mi camino en el auto, creí que él entraría fácilmente, pero se ve que le pone cabeza al asunto.
Poco tiempo después estábamos en la mesa de su casa comiendo con Emilio, Pedro no nos esperó, pero estaba sentado con nosotros mientras veía la televisión y hablaba con nosotros.
O bueno, ahora, solamente con Mateo. Porque yo estaba hundido en mis pensamientos, ideando como hacer para encontrarnos intencionalmente con Olivia.
Y se me ocurrió una brillante idea.
¡Gracias cerebro!
—¡Hoy es primero de octubre! —Dije y todos en la mesa me miraron.
—No has tocado la comida. —Dijo Mateo entre serio y confundido.
—¡Escuchame! Entramos en el mes de Halloween, hagamos una fiesta de disfraces. —Propuse.
Mateo carcajeó. —No es la secu amigo, ese momento de nuestras vidas ya pasó.
—¿Ah, en serio? Que pelotudez decidir en qué momento de nuestras vidas podemos hacer o no hacer algo. Si la participación estudiantil fuera quien permitiera a las personas hacer fiestas con temáticas entonces habría perdido todos los años para nunca salir del colegio. —Dije y Mateo alzó ambas cejas sonriendo.
—Seguramente te habrían echado. —Dijo Mateo.
—Sí. —Asintieron de acuerdo Pedro y Emilio.
—No es el punto, voy a organizar la joda, voy a alquilar un salón y voy a..
—Me tengo que ir. —Se levantó Mateo.
—¿Eh, adónde? —Dije y él sonrió.
—Voy a lo de Laura. —Dijo él. —Y luego salimos a comer así que hoy llego tarde.. o no llego.
Alzó varias veces las cejas antes de desaparecer escaleras arriba, dejándome con la boca abierta.
Giré a mirar a su padre y él solamente alzó los hombros.
Salí corriendo escaleras arriba y entré a su habitación.
—¿Te gusta Laura? ¡No puede ser, Mateo! Por eso tuviste esa sonrisa todo el día y por eso te estás echando perfume. —Lo acusé con mi dedo índice.
—No me gusta, Laura. Que flasheás. —Rió acomodando el cuello de su camisa Polo en el espejo. —Somos amigos, la quiero mucho y estuve sonriendo porque por fin me dispersé un poco sin pensar en.. bueno, en ya sabemos quién. Estoy contento, Nacho.
—Si, sí. Solo recordá que son amigos y no te confundás, porque luego buscando consuelo en ella terminas dependiendo de..
—De nada, dejá de exagerar, ni Olivia era tan tóxica como vos. Amiga es amiga, lo mismo que un amigo solo que con concha, y Olivia andá a saber donde está la pendeja hermosa esa, dejate de pavadas. Me voy. —Dijo y bajó las escaleras.
Suspiré, yo iba a darme cuenta de donde estaba la pendeja hermosa. Porque hermosa sí que era, Mateo era muy afortunado de que ella le diera bola, desearía que fuera a mí pero bueno, fue a Mateo y quiero que le vaya bien con ella, porque ambos son lindos juntos.
Solo tenía que organizar la fiesta y asegurarme de que ella asista, y sabía como podía hacerlo.
No hay algo que le guste más a Olivia que llamar la atención, así que debía traerla a esa fiesta jugando con esa ventaja. Ya verían mi gran ingenio.
Holaaa. Primer cap y único xd narrado por Ignacio. Se acerca a toda velocidad el final.
¿Les gustó el cap?