1a NOVELA de la Saga: Las Hermanas
El único deber que tenemos con la historia es reescribirla.
Oscar Wilde.
Nunca mejor dicho
#1 ella (27/02/2021 - 30/03/2021)
#1 otomano (21/07/21 -
''Tenía la sensación de que la velada empezaba a parecerse demasiado a un reencuentro.'' Gillian Flynn
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(TW: Se hace mención de escenas que podrían resultar desagradables, relacionadas con sangre, etc. Así pues, si estas escenas os producen alguna incomodidad, deberíais saltaros el capítulo)
27 de febrero de 1607 08:00
Hacía tres semanas que Defne y Osman habían desaparecido y solo la flor que quemaba en mi muñeca me hacía consciente de que Defne estaba con vida, en algún lugar del mundo.
Camino a pasos agigantados por la prisión del palacio, en dirección a una celda donde Yakub Efendi, jefe de la prisión, me habia dicho que estaba uno de los bandidos que había formado parte del ataque a Defne.
Yakub y varios de los soldados se apartan de la entrada de la celda haciendo una reverencia y yo entro en el interior, donde un hombre yace en el suelo, ensangrentado, que levanta la vista débilmente para mirarme.
- ¿DÓNDE ESTÁN? - grito, agarrando al hombre por el cuello de la camisa, y elevándolo unos centímetros del suelo.
El bandido se limita a gemir de dolor, sin pronunciar una sola palabra, así que suelto el agarre y el hombre cae al suelo con fuerza. Grita de dolor y veo como el jefe de la prisión entra en la celda.
- Lo he interrogado personalmente su Majestad - dice Yakub - No ha dicho ni una sola palabra.
- ¿Y el resto? - pregunto, mirando al hombre del suelo con desprecio.
- Muertos - responde Yakub y yo lo miro sorprendido - Siete de mis guardias fueron atacados anoche y todos los bandidos estan muertos. Por suerte cambiamos a este ayer.
- ¿Cómo ha podido ocurrir esto Yakub? - pregunto, casi con histeria.
- No lo sé su Majestad - responde el jefe, con sinceridad - Pero quien ha secuestrado a la Sultana y al Şehzade es poderoso.
- ¿Quién ha podido hacer esto? - pregunto, cayendo rendido contra la pared.
- No se quien tiene poder suficiente para hacer algo así - susurra Yakub, acercándose a mi - Pero pude oír parte de la conversación de los bandidos antes de arrestarlos.
Mis ojos se abren con las posibles esperanzas ante las palabras del jefe de la prisión.
- Según entendí, secuestraron al Şehzade Osman por error - dice, y yo frunzo el ceño confuso - En realidad el plan, el plan...
