Anastasia

El fin del inicio

'' El comienzo es la parte más importante de la obra''
Platón

10 de enero de 2020.
22:00 horas

Intento disimular mi bostezo lo mejor que puedo, tapándome la cara con el folleto del concierto.

El señor que tengo sentado al lado me lanza una mirada de desaprobación. Le devuelvo la mirada sarcásticamente. Puede que usted disfrute la música clásica, pero ¿lo haría después de diez años escuchando a su hermana pequeña tocar el violín siete horas al día? Además, tendrá suerte y olvidará el concierto, como mucho en unos días, yo sin embargo lo tendré en bucle en mi cabeza el resto de mi vida. Y luego dicen que la memoria fotográfica ''mola''.

Amelia, que se sienta a mi lado, me da un codazo y me lanza una mirada de advertencia. Le agradezco que no se lo diga a mamá o me llevaré una buena reprimenda. Vuelvo a centrar la atención en Anneliese, que mueve la cabeza al son de la música de su violín.

Aplaudo como el resto cuando llega a la última nota y su solo llega a su fin. Puedo ver lo complacida que se siente Lizze con ellos, y cómo mira a mamá en busca de esa mirada de orgullo que yo nunca he recibido.

Triste, lo sé.

10 de enero de 2020
22:45

Por fin hemos llegado a la fiesta que se celebra después del concierto. Hemos tardado media hora porque Anneliese y Audrey se han peleado, como siempre que Dree no recibe la atención que cree que se merece.

Mamá y papá se quedan junto a Lizze mientras su profesor de violín la felicita por la actuación. Amelia y Adelaide intentan animar a Dree sin éxito, diciéndole lo guapa que está. Aprovecho la ocasión para escapar de las garras de mi familia antes de que se den cuenta de que no estoy.

Mientras voy a la mesa donde están los aperitivos me encuentro otra vez con el señor que me miraba mal, que ahora mira mi plato con desagrado. Le asesino con la mirada mientras me alejo. Sin querer choco con una pareja de ancianos, tirándole mi plato encima al pobre hombre.

- Lo siento muchísimo, no era mi intención - le digo mirando preocupada la mancha de la camisa del hombre -

- No se preocupe - me responde - No es nada que no se pueda arreglar con un buen lavado y algún truco de viejo.

Sonrío mirándolo.

En ese momento llegan mis padres. Mi madre me mira con interrogación al ver que hablo con la pareja. Después su mirada pasa a enfado cuando ve la mancha, el plato que llevo en la mano y los canapés que hay en el suelo.

- ¿Están ustedes bien? - les pregunta.

- Sí, solo ha sido un accidente , no hay de que - dice la mujer.

- ¿Está usted segura? Lamento mucho lo de la camisa de su marido, disculpen a mi hija, es que es bastante torpe - la corta mi madre, mientras me mira. ¿Ya sabemos quien se va a quedar sin móvil el resto del viaje verdad? Sí, la desgracia de la familia.

- Le podemos pagar la tintorería - sugiere mi padre. Genial, ahora también me quedo sin dinero.

- No es necesario - dice el hombre mirándome con cierta pena - Yo puedo arreglarlo en un pis pas, no tienen que preocuparse por nada.

Mi padre insiste en que le paguemos la limpieza de la camisa, mientras mi madre me arrastra lejos de la pareja. Salimos a una de las terrazas del hotel donde se celebra la fiesta.

Me quedo parada y con la mirada agachada mientras mi madre cruza los brazos.

- ¿En serio Anastasia? No podrías por una vez comportarte como una persona que mira por donde va. - me regaña- Sabes que hoy es la noche especial de tu hermana, ha estado practicando mucho para tener esta oportunidad.

- Lo sé - murmuro.

- Y si lo sabes, ¿porqué eres así? No creas que no te he visto durante el concierto, intentando ocultar tus bostezos. Podrías comportarte como una señorita o mejor, como tus hermanas. Todas han estado impecables y ¿ tú que haces? Tirarle comida encima a un pobre hombre - continua mi madre.

Intento contener las lágrimas. Respira Nasia, no te creas sus palabras. A cada palabra suya, mi corazón se encoge un poco. Hasta que oigo esto.

- Tal vez podrías ser un poco más como tus hermanas. Addie ya ha terminado la carrera y ahora traduce textos antiguos con el profesor más importante de Harvard. Amelia ya está en segundo año de medicina, Anneliese es una talento musical reconocido internacionalmente y Audrey ha recibido la beca para irse a París a estudiar pintura. ¿ Y tú, que solo te pasas el día mirando Netflix y leyendo libros de historia, que harás? - cuestiona con voz irritada.

No contesto.

- Nada, eso es lo que harás. Podrías esforzarte para ser alguien- me recrimina.

Por primera vez en mi vida, reúno valor suficiente, levanto la cabeza, mientras las lágrimas recorren mi cara.

- Yo ya soy alguien. Y si tanto te disgusta tenerme cómo hija, no debes preocuparte, ya hace mucho tiempo que no eres mi madre. - contesto firmemente mientras una lágrima cae de mi mejilla y golpea el suelo.

- Ya basta, Alice, deja a la niña en paz - dice mi padre desde la entrada de la terraza. Detrás de él se encuentran mis cuatro hermanas, mirándonos sin saber que hacer.

En ese momento, solo quería huir. Así que salí corriendo, dejando atrás a mi familia. No pensaba en dónde iba, solo en estar sola y en que nadie viera mis lágrimas.

Bueno, aquí acaba el primer capítulo, pequeños saltamontes❤️.

Espero que os haya gustado muchísimo. Y si, siento pena por la pobre Nasia.

Con amor,
L