Nueva habitación

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"La buena vida es un proceso, no un estado".
Carl Rogers

Cinco días han pasado ya desde que volví a palacio, y las noticias sobre mi escapada, que se transformó en salvamento han volado por el palacio

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Cinco días han pasado ya desde que volví a palacio, y las noticias sobre mi escapada, que se transformó en salvamento han volado por el palacio. Ahmed viene a verme todos los días, al igual que la Sultana Handan, sus hijas y la Sultana Fahriye también vino a visitarme, con regalos por salvar a su Majestad y mi embarazo. Ni la Sultana Safiye ni la Sultana Halime o sus hijos han hecho acto de presencia, aunque no me importa en lo absoluto.

Ya nos ocuparemos de ellas después de recuperarnos.

Hoy por fin la doctora me ha dejado moverme por el palacio, así que ya he abandonado la horrible habitación de la enfermería y me dirigiré a mis nuevos aposentos. Nur, Sirin, Fatma y Turhan me acompañan, por el hecho de que ellas también vivirán conmigo (aunque ellas aún no lo saben), cosa que le pedí a Ahmed como excusa para no 'sentirme sola'.

Evitamos pasar por delante del harén, para que las otra chicas no me vean en este estado, antes de la fiesta de esta noche, dónde se anunciará mi embarazo.

Que ganas de ver la cara de Kösem.

Y puede que haya estado pensando en como vengarme de la griega de pelo rubio. Aunque si lo pienso, el hecho de que Ahmed me haya 'perdonado' y que vaya a tener un hijo le sentará fatal, dado que ella quiere ser Sultana con toda su alma.

Cerca de los aposentos me fijo en la extraña cantidad de guardias que hay, y todos se inclinan ante mí. Yo paso acompañada de una de las doctoras que me sostiene, porque sigo caminando intentando evitarme dolor en la herida del costado. En el pasillo, antes de entrar a mis nuevos aposentos, Ahmed está allí parado, junto a Jilakar. Todos nos apresuramos a hacer una reverencia y Ahmed sustituye a la doctora como apoyo.

Cuando por fin estamos delante de la puerta, dos chicas la abren y Ahmed me hace pasar, dejando a todos fuera, haciendo que las chicas cierren la puerta detrás de nosotros. Yo me limito a mirar la habitación, que es preciosa.

Es grande, muchísimo más que las otras dónde he estado. En cuanto cierras la puerta, delante de mí se encuentra una gran cama otomana, aunque lo que más me gusta es el hecho de que la tela y los cojines sean de color azul, además de tener cortinas, como esas camas de princesa que todos queríamos de pequeños.

Si miras a la izquierda puedo ver dos puertas y un tapiz de un elefante, que es mi animal favorito. En la derecha hay una chimenea y a continuación la zona se encuentra elevada por un escalón y está repleta de sofás que estan pegados a la pared, por debajo de las ventanas. Por último, en la zona más apartada en la derecha hay unas puertas abiertas, que dejan entrar el olor a mar, así que supongo que es un balcón.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora