Nieve

315 34 7
                                    

"Casi se oía el volar estremecido de los copos de nieve en su constante indecisión entre el cielo y la tierra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Casi se oía el volar estremecido de los copos de nieve en su constante indecisión entre el cielo y la tierra."
Miguel Delibes

A la mañana siguiente me despierto con un peso de más en la cama, que me asusta al principio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A la mañana siguiente me despierto con un peso de más en la cama, que me asusta al principio. Me incorporo asustada, pero la figura de Ahmed me tranquiliza. Él abre débilmente los ojos tras mi brusco movimiento y me sonríe.

- ¿No es muy pronto? - murmura Ahmed, volviéndose a recostar.

Sin embargo, yo veo algo por las ventanas, que no puede evitar que me levante. Él intenta detenerme, pero yo continuo caminando y abro las puertas del balcón. Salgo y dejo que los copos de nieve toquen mis manos.

Jamás había visto nevar.

Miro cómo uno de las pequeñas moléculas de agua se deshace bajo el calor de mi mano, sonriendo ante la visión de blancura que hay delante de mí.

- Defne, vuelve aquí- dice Ahmed, saliendo de la cama y acercándose a mí, para ponerme una manta sobre los hombros.

- Nieve - susurro, alzando la cabeza hacía el cielo nublado, dejando que esta caiga sobre mí.

Ahmed me aparta de la nieve y yo lo miro con algo de enfado, intentando zafarme de su agarre y volver  fenómeno meteorológico que contemplaba por primera vez en mis diecisiete años de vida.

- ¿Qué le ocurre a la nieve? - me pregunta, al ver cómo insisto en volver al balcón.

- Nunca en mi vida había visto nevar - admito, volviéndome a mirarlo.

- ¿Jamás habías visto la nieve? - pregunta, con sorpresa.

- Si que había visto la nieve, pero nevar no - explico - No sabía que era así de bonito.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora