''Piedad por el culpable es traición al inocente.''
Ayn Rand(TW: Se hace mención de escenas que podrían resultar desagradables, relacionadas con sangre, etc. Así pues, si estas escenas os producen alguna incomodidad, deberíais saltaros el capítulo)
27 de marzo de 1604
9:00Tras encontrar el trozo de tela perteneciente al velo de Defne, había reunido a un grupo de guardias y habíamos partido a toda velocidad siguiendo las indicaciones del camino que Defne había tomado gracias a los trozos de tela fucsia.
Por Allah, haz que este sufrimiento se detenga ya.
Siento como poco a poco el cansancio se va instalando en mi cuerpo, pero las ansias y la culpabilidad hacen que ignore el dolor en mis piernas y continue corriendo esquivando raíces a través del bosque.
Pronto llegamos a un lugar dónde el rastro de tela desaparece. Cerca de un riachuelo, las marcas del camino quedan terminadas por el trozo restante del velo de Defne, que se haya en el suelo, hecho jirones junto al agua.
¿Y ahora que hago?
- Su Majestad - me dice uno de los soldados, al cual yo me giro a mirar.
- ¿Qué ocurre? - le pregunto.
- Por ahí- dice, señalando unos árboles situados a la derecha - Se oyen voces.
Yo asiento y todos volvemos a emprender la marcha. Estamos llegando a un claro, cuando la melodiosa voz de Defne se hace presente en míos oídos.
- Sucio - el insulto que Defne suelta va acompañado por el sonido de un bofetada.
Eso hace que apriete el paso hasta llegar al origen de la voz. Nos encontramos con un clara dónde hay una csa de madera. Tres mujeres están cerca de ella llorando y oigo como un bebé sollozando en brazos de una de las chicas. Varios de los bandidos, efectivamente vestidos de negro, tienen las espadas en alto. Por último, en el centro del claro, Defne y otra figura vestida de negro se mantienen juntos.
Noto la mirada asesina de Defne mientras se lleva la mano a la mejilla, donde supongo que el otro hombre le ha pegado. Aunque sin esperar un minuto, Defne devuelve el golpe y le pega un puñetazo en la nariz al hombre.
Y ya sabemos cuan fatales son esos puñetazos.
El hombre retrocede varios pasos, confuso y sujetándose la nariz, de la que empieza a brotar sangre. Se quita la mascara que lleva y empuja a Defne, que cae al suelo.
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Anastasia
Historical Fiction1a NOVELA de la Saga: Las Hermanas El único deber que tenemos con la historia es reescribirla. Oscar Wilde. Nunca mejor dicho #1 ella (27/02/2021 - 30/03/2021) #1 otomano (21/07/21 -