Guerrera

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''La pregunta no es quién va a dejarme; es quién va a detenerme.''
Ayn Rand

La noticia recorría los palacios del harén como una serpiente, sigilosa y rápidamente

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La noticia recorría los palacios del harén como una serpiente, sigilosa y rápidamente. Los criados y las concubinas lo deslizaban de boca en boca y parecía que los nervios se colaban en los cuerpos de todas las personas del palacio.

- ¡Sultana! - oigo la voz de Hadgi, que me llama, aunque lo ignoro y continúo caminando.

Dos soldados me miran confusos, aunque me abren el portón que guarda la entrada de la parte política del palacio. Hadgi, por fin logra ponerse a mi lado, apresurándose a anunciarme, haciendo que muchos criados se giren mientras paso.

Con fuerza, abro de par en par las puertas de la entrada de la Sala del Consejo. Todos los Pashas que había en el palacio allí reunidos, se giran y se apresuran a hacerme una reverencia, mientras yo entro en la sala, al tiempo que los hombres se colocan en una fila. Hadgi se coloca a mi lado, mientras yo avanzo hacia ellos.

- Sultana - dice Halil Pasha, levantando un poco la mirada, aunque inmediatamente la baja al ver mi cara.

- ¡¿Qué está sucediendo Pashas?! - pregunto, con ira en la voz, haciendo que los hombres peguen más su mirada en el suelo - ¡¿Cómo sois tan estúpidos como para permitir que un rumor así se extienda?!

- Discúlpenos Sultana - dice Jamir Pasha - No era nuestra intención.

- ¡Cómo haya una rebelión clamando al Şehzade Osman como Sultán, ninguno de vosotros LLEGARÁ A VER EL SOL SALIR MAÑANA! - grito.

- Pero su Majestad no está muerto Sultana - dice uno de los hombres y yo simplemente levanto una ceja - Solo ha sido secuestrado.

- ¿Acaso sabéis lo que eso significa? - pregunto, irónicamente- Mas os vale que la noticia no salga de este palacio. ¿Estáis seguros de que su Majestad está bien?

Los Pashas se miran entre sí, antes de asentir débilmente.

- El general Korsov mandó de vuelta a un prisionero que aseguraba que su Majestad vivía- dice Kasim Pasha.

- Además, el rey de Polonia no sería tan imprudente como para pedir un rescate asesinando a su Majestad - asegura Halil Pasha - Sino, cuando el Şehzade Osman subiera al trono, la campaña continuaría.

- ¿Y cómo consiguió el general Korsov emboscar a su Majestad? - pregunto, mientras mi cabeza empieza a formar ideas.

- El emperador del Sacro Imperio Romano Germánico ha prestado ayuda - responde Jamir Pasha. - El general Korsov es un préstamo por parte del emperador al rey Ricardo de Polonia.

- ¿Y quiere un rescate el rey? - pregunto, y ellos asiente.

- Ricardo quiere que le sean devueltas todas las tierras y tesoros que su Majestad había conseguido hasta este momento en la campaña - informa Halil Pasha - Además de que las tropas otomanas vuelvan de inmediato a nuestras tierras.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora