Frascos

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''Los problemas son oportunidades para demostrar lo que se sabe.''
Duke Ellington

Desde aquella noche, había ido todos los días a contarle historias al Sultán, después de acostar a las Sultanas

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Desde aquella noche, había ido todos los días a contarle historias al Sultán, después de acostar a las Sultanas.

Flashback:

Me despierto, cuando noto que el brazo que me envolvía desaparecía.

- Nooo - digo, cogiendo la fuente de calor y volviendo a ponerla sobre mí, mientras me acerco más al calor.

- Creía que no querías tener nada que ver conmigo - dice la voz del Sultán.

Yo abro los ojos y veo los suyos enfrente mío. Entonces me fijo en nuestra posición: ambos estamos tumbados en la cama, con los cuerpos completamente pegados, mientras él me abraza.

Abro mucho los ojos y me separo corriendo, agarrando la manta y tapándome todo lo que puedo. El Sultán sonríe y se levanta de la cama.

Es muy guapo. ¡NASIA!

Yo miro y veo que llevo puesto el vestido, así que respiro aliviada.

- No ha ocurrido nada, solo hemos dormido - me dice, mientras se acerca a la puerta y la toca. En ese instante se abren las puertas y unas muchachas entran, dejan la comida en la mesita que hay al lado de la chimenea, hacen una reverencia y salen de la estancia.

- Ven a comer - me dice Ahmed.

Yo me levanto de la cama y voy hacia él, que se va a sentar en los cojines. Sin embargo, mi torpeza, que llevaba semanas sin hacer acto de presencia, aparece, haciéndome tropezar. Sin embargo, el Sultán me coge y ambos caemos al suelo, yo encima de él.

Me intento apartar, sin embargo, no apoyo bien la mano y vuelvo a caer encima de Ahmed, esta vez dándole un cabezazo.

Uf, en las dramas chinos, siempre caen con delicadeza y terminan besándose de manera muy romántica

- Eh - dice el Sultán, pues me había quedado empanada.

- Disculpad - digo mientras me aparto. Lamentablemente, lo hago hacia la izquierda y una de las brasas de la chimenea me quema el brazo.

- ¡Au! - exclamo tirándome hacia atrás, lejos del fuego, mientras me soplo el brazo.

El Sultán se levanta y trae una botella de su escritorio. Se pone de cuclillas a mi lado y me coge el brazo.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora