Mala suerte

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''El último escalón de la mala suerte es el primero de la buena."
Carlo Dossi

Llevaba toda la noche sin poder dormir, nerviosa por la perspectiva de que Kösem diera a luz

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Llevaba toda la noche sin poder dormir, nerviosa por la perspectiva de que Kösem diera a luz.

Por favor, que no sea un niño.

Ahora mismo estaba en el balcón, sintiendo los rayos del amanecer salpicar mi cara, y no puedo evitar sentir algo de alivio por saber que no tendría que compartir mi cumpleaños con el bebé de Kösem. Entonces, siento un pequeño tirón en el vestido, y me giro.

- Mamá- solloza Sila, y yo me agacho a abrazarla. - Pesadilla.

Yo le doy un beso en la frente y la subo a mis brazos, para entrar a mis aposentos, donde había pasado la noche.

Me había negado a ir a los de Ahmed.

En mi cama estaban todos los niños, que poco a poco se iban desperezando. Entonces, Nur, Turhan, Fatma y Gülbahar salen de una de las puertas que hay y aparecen con mis otros hijos. Yo me siento en la cama con Sila en brazos, consolándola y dejando que los otros me abracen. Entonces, Murad y Huricihan se levantan y vuelven con una cosas.

- ¿Qué es eso? - pregunto, y ambos me tienden las hojas de papel que tienen en las manos.

Yo las miro, y veo que son dibujos y pequeños escritos hechos con la típica letra de un niño que está aprendiendo a escribir.

- Son para tu cumpleaños - murmura Cihan - los hemos hecho nosotros.

- Son preciosos - digo - son el mejor regalo que he recibido en todo mi cumpleaños.

- ¿Mejor que las joyas de su Majestad? - pregunta Murad, antes de bajar la cabeza avergonzado.

- Por supuesto que sí, cariño - respondo - cualquier cosa que venga de vosotros será lo mejor que hay en este mundo.

Los niños sonríen felices, y juegan un rato, hasta que la puerta de mis aposentos suena.

- Adelante - digo.

Las puertas se abren, dejando ver a una ojerosa Mahfiruz seguida de una criada que sostiene a Osman. Ambas hacen una reverencia y yo le digo a las chicas que se lleven a los niños a vestirlos. Después le indico a Mahfiruz se acerque a la cama.

- Sultana - me dice, sentándose en la cama - ¿Tú tampoco has podido dormir verdad?

- No - respondo y después miro a la criada que sostenía a Osman de arriba a abajo - Lleva al Şehzade Osman con sus hermanos a jugar.

La criada asiente y se va por donde unos minutos antes habían desaparecido mis propios hijos. Suelto un largo suspiro.

- Como voy a dormir con la posibilidad de Kösem convirtiéndose en Sultana - le digo - Si antes ya daba problemas no me imagino con un título así.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora