Rosas

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''La vida es como una rosa: cada pétalo es un sueño y cada espina es una realidad.''
Alfred de Musset

Ahmed decide dejar el tema y llama a la puerta, para que Jilakar traiga la cena

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Ahmed decide dejar el tema y llama a la puerta, para que Jilakar traiga la cena. Fue incómodo, sí; me hizo recordar porqué a veces quiero pegarle un tiro en la frente, también; pero logramos superar la cena sin muchos altercados.

Eso sí, cuando llegó la hora de dormir, el ambiente pasó a ser más frío que el Polo Norte. Yo no podía girarme, por el dolor en las costillas, así que simplemente me quedé mirando al techo mientras vestían a Ahmed para dormir.

Porqué si, te visten, como si fueras medio inútil.

Después Ahmed se había metido en la cama, y tras la visita de los médicos para ver cómo tenía las heridas, se tumbó junto a mí. Él sabía que no quería que me tocara, así que nos limitamos a escuchar al otro respirar hasta que el sueño nos venció.

 Él sabía que no quería que me tocara, así que nos limitamos a escuchar al otro respirar hasta que el sueño nos venció

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Cuando me desperté a la mañana siguiente, Ahmed ya se había ido, probablemente al consejo

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Cuando me desperté a la mañana siguiente, Ahmed ya se había ido, probablemente al consejo. Aunque tuve poco tiempo para pensar, puesto que en cuanto escucharon ruidos, los criados se apresuraron a traer el desayuno.

- Eh, tú - dije, llamando a una de las chicas que estaba colocando platos en una bandeja para luego acercármela.

- ¿Qué desea mi Sultana? - pregunta, doblando las rodillas y bajando la cabeza.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora