Anastasia

Tiempos difíciles

''El más fuerte de todos los guerreros son el tiempo y la paciencia.''
Leo Tolstoi

El Imperio se entristeció mucho con la noticia en agosto de 1607 de la Valide Sultán del Imperio, la Sultana Handan. Las festividades se habían llevado con la opulencia y elegancia que le pertenecían a una mujer de su rango, más en el círculo más alto de palacio, la traición de la Sultana Handan había creado un abismo enorme.

Ahmed había ordenado ejecutar a todos los involucrados en el asesinato de su padre, además de despedir y degradar a aquellos leales a su madre, sustituyéndolos por nuevos hombres, que elegían sus alianzas entre las Sultanas del palacio.

No es necesario decir que muchos de ellos vinieron a mí.

Tras la ejecución de Kara Mehmed Pasha, principal títere de la Sultana Handan, las fichas se habían empezado a mover, y Emir Bey, fue elevado al estatus de Pasha como le había prometido, abandonando su provincia fronteriza. Ayas Pasha había estado cerca de convertirse en Gran Visir, pero Halil Pasha se le había adelantado, ganando ese puesto. A pesar de eso, había conseguido que Sulfikar entrara al Consejo, pasando de ser el guardián de los aposentos de Ahmed a Pasha. Como sustituto, Iskender había tomado el puesto de Hasoda Başi*, entrando en el recinto del palacio.

Aunque el acontecimiento más excitante en el harén había sido el nombramiento de una nueva directora, debido a que el puesto se había quedado sin dueña. Todo el palacio esperaba que Ahmed me concediera el puesto, sin embargo, el Sultán mandó llamar a su hermana mayor, Gevherhan Sultan, hermana de Nilüfer Sultan e hija de Selimiye Sultan, y le concedió el puesto de Directora del Harén.

A decir verdad Ahmed me decepcionó, pero no dejé que nadie lo viera.

La Sultana Gevherhan se parecía en un modo sorprendente a su hermana menor, y su actitud parecía ser una copia de la de la Sultana Nilüfer. Kösem y ella habían hecho buenas migas* enseguida y la griega aprovechaba eso para atacarme, porque al contrario que la Sultana Nilüfer, Gevherhan si era prudente, además de una gran actriz.

Yo intentaba no enfadarme demasiado con las tonterías que ambas hacían. Pero la rabia crecía cada vez más, viendo encima como Ahmed decidía ponerse del lado de su ''angelical hermana''.

De angelito tiene lo que yo.

Para mi sorpresa, el marido de la Sultana Gevherhan, Burak Pasha, era un hombre joven y bonachón, que ya hacía suficiente con intentar arreglárselas con el temperamento de su mujer. Tanto él como sus cuatro hijos: Defne, Mehmed, Korkud y Meleki, me caían bien y solo sentía pena por los pobres, sujetos al yugo de la Sultana.