Violines

242 22 6
                                    

''No considero nada vergonzoso honrar a los hermanos.''
Esquilo de Eleusis

- Mire mi lady, un palacio - las palabras de felicidad de Oscar hacen que abra los ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Mire mi lady, un palacio - las palabras de felicidad de Oscar hacen que abra los ojos.

Aparto la cortina del carruaje y la luz del mediodía entra en el habitáculo. A través de los altos árboles se podía empezar a distinguir la silueta de una gran mansión. Adrien acerca su caballo al lado del carruaje y sonríe ante la cara emocionada del niño.

- ¿Te gusta? - pregunta este a Oscar, que asiente.

- Jamás había visto una casa tan grande - dice Oscar fascinado, pegando la cara al cristal.

- Nuestro palacio es más grande - dice Osman, sentado junto a Oscar - ¿Verdad que sí mamá?

Los dos niños se giran a mirarme expectantes.

- Si Osman - respondo, haciendo que el niño sonría- Topkaki es más grande, pero eso no es un palacio, es una mansión.

Oscar asiente comprendiendo mis palabras, mientras el edifico se va haciendo cada vez más y más grande a medida que nos acercamos. Pronto superamos unas verjas interiores y puedo ver una fila de personas parada a la entrada del camino principal.

El carruaje se detiene, aunque impido que Oscar aparte la cortina para husmear. Siento unos pasos acercarse por la gravilla y como el frío invernal entra por la puerta cuando Adrien la abre. Este estira la mano, ofrenciéndome ayuda para bajar del carruaje.

- Bienvenida a mi casa - dice, cuando yo acepto su mano, bajando los escalones del carruaje hasta pisar tierra firme.

Contemplo maravillada la fachada de la mansión sin prestar atención hasta que siento como Oscar y Osman me toman cada uno de una mano. Adrien nos señala que avancemos hacía la fila de personas que había allí, plantada en el camino.

Colocados a los lados había dos filas de criados que estaban haciendo una reverencia, en cambio, la fila del frente estaba repleta de personas vestidas lujosamente. De repente, un niño pequeño se aleja de la fila y viene corriendo, al que Alfred atrapa al vuelo.

- ¡Papá! - exclama el niño, haciendo que Alfred le de un beso.

- Mi querido Pierre - responde, dándole un abrazo al niño, y caminando hacía la fila.

Lo primero que hay son cinco mujeres jóvenes, cuya sonrisa se borra en cuanto me ven. Alfred se dirige a la otra punta de la fila, donde una mujer y tres niños pequeños lo esperan, mientras que Adrien se dirige a la primera de las cinco mujeres. Oscar, Osman y yo nos quedamos a unos metros, cerca de la fuente.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora