Defne Sultán

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''Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio.''
Tácito

Camino con rapidez por los pasillos del palacio en dirección a la Sala del Consejo

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Camino con rapidez por los pasillos del palacio en dirección a la Sala del Consejo. La reunión empezaría pronto y, aunque yo no entraría, escucharía lo que Ahmed dijera.

En el pasillo, los Pashas esperan pacientes y me hacen una reverencia cuando llego, aunque yo me acerco a Ayas.

- Sultana - susurra el Bey.

- Ayas Bey - digo, con una sonrisa - Te deseo suerte.

Después, me dirijo a las escaleras, para entrar en una sala superior, escondida, desde la cual, a través de una ventana por la los Pashas no me verían escucharía la sesión del Consejo. Esperaba estar sola en la sala cuando veo a la Sultana Handan entrar también. Me levanto y hago la reverencia correspondiente.

- Valide Sultán- digo, con una sonrisa forzada.

- Defne, no deberías estar aquí. Diste a luz hace poco y mi nieto aún te necesita a su lado - dice la mujer, sin mirarme.

- No se preocupe Sultana, el Şehzade Orhan está en las mejores manos - respondo yo, colocándome a su lado, viendo como los Pashas van entrando en la sala.

- Deberías saber que mi hijo no va a hacerte caso - murmura la Sultana Handan, y yo la miro confusa - Hoy se emitirá el edicto para la muerte del Şehzade Mustafá.

- Yo no estaría tan segura - replico, con confianza.

- ¿Es eso una declaración de guerra? - pregunta la Sultana Handan, mirándome con fiereza.

- Tómeselo como quiera Sultana - respondo, sin apartar la mirada de los Pashas que hay en la sala.

- Mi hijo cumplirá mi deseo - dice, con arrogancia la Sultana Handan - Esta tarde el Şehzade Mustafá será ejecutado, y, ten por seguro, que ninguna de tus marionetas se convertirá en Pasha.

Yo me limito a sonreír ante la provocación de la Sultana Handan. Vemos a Ahmed entrar en la sala del Consejo y sentarse en el trono. La sesión inicia con los temas del día hasta que el tema del Şehzade Mustafá aparece en la lista.

- ¿Qué ha decido su Majestad respecto al príncipe Mustafá? - pregunta Kara Mehmed Pasha, el Gran Visir. - El edicto está listo, solo hace falta enviarlo al Shayj al-islam*.

Ahmed respira profundamente y veo la sonrisa confiada de la Sultana Handan a mi lado, que se recoloca la corona de esmeraldas.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora