''De lo que sea que nuestras almas estén hechas, la suya y la mía son lo mismo."
Emily BrönteDespués de que me felicitaran, los niños y yo íbamos a salir al jardín. Sabía que la noticia había recorrido el palacio, mas nadie para terminar de creérselo.
- ¡Atención, Haseki Ayşe Defne Sultán Hazretleri! - clama uno de los Âgas del Harén, haciendo que todas las muchachas se levanten y hagan una reverencia- ¡Atención, Şehzade Murad, Şehzade Mehmed, Mihrimah Sultan, Şehzade Orhan y Şehzade Mahmud!
Veo a las criadas cuchichear mientras todas pasamos y, en el balcón que hay encima de mí, dos figuras me miran. Sin embargo, yo las ignoro completamente, sabiendo que eso provocaría a la Sultana Gevherhan.
En cuanto llegamos al jardín, los niños se ponen a jugar, mientras que Oscar y Cihangir se ponen a practicar con unas espadas. Yo me dedido a observarlos, preparando mentalmente la conversación que en algunos minutos tendría. Y efectivamente, un rato después, la Sultana Gevherhan y Kösem, seguidas de sus criadas y los hijos de la griega salen al jardín.
Los niños dejan de jugar y hacen la reverencia correspondiente, aunque yo no me levanto del sillón. La cara de la Sultana Gevherhan delata su frustración, mientras camina dando pasos enfadados.
- Sultana - digo, con una sonrisa algo burlona - No esperaba verla aquí.
- ¿Quién eres tú para no reverenciarte cuando llego? - pregunta enfadada, soltando a Ayşe, la cual se acerca a mí.
- Soy la esposa legal de su Majestad - respondo tranquilamente pasando una mano por el pelo rubio de Ayşe.
- Ya claro - esta vez es Kösem la que interviene, rodando los ojos - Su Majestad jamás se casaría con alguien como tú.
- ¿Y con alguien como tú sí? - pregunto, con una ceja levantada, haciendo que la griega se muerda la lengua.
- Mi hermano no se casaría contigo, los Sultanes lo tienen prohibido- reclama la Sultana Gevherhan- Y mi hermano Sultán jamás rompería tal tradición centeria por una esclava española.
Pues menuda decepción te vas a llevar.
- Si fuera usted no estaría tan segura - mi respuesta deja atónitas a ambas mujeres.
- ¿Disculpa? - pregunta la Sultana Gevherhan, posando una mano por en su pecho, mientras Kösem me mira mal.
- Disculpada está- respondo, mirándolas con algo de superioridad.
Con un señal, les indico a los niños que pueden continuar jugando, cosa que tras una reverencia hacen.
- ¿Niñas, vosotras queréis jugar también? - pregunto, mirando a las hijas de Kösem, que asienten - Bien, adelante, id.
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Anastasia
Historical Fiction1a NOVELA de la Saga: Las Hermanas El único deber que tenemos con la historia es reescribirla. Oscar Wilde. Nunca mejor dicho #1 ella (27/02/2021 - 30/03/2021) #1 otomano (21/07/21 -