Anastasia

Corazones rotos

''Nadie me dijo jamás que el duelo se siente como el miedo.''
C.S. Lewis

Los últimos días en la mansión me rompieron el corazón en más pedazos, cosa que yo apenas creía posible. Al final, había conseguido deshacer el matrimonio de Marie y el duque de Normandia, argumentando el papel de las nietas de Anneliese como nuevo contacto con la familia real otomana.

Derrotado, el duque había vuelto a la corte a informar a su tía, junto a Adrien que sería también corresponsal de la corona francesa. La reina Catalina no podía negarse a tal pedido teniendo una carta de mi puño y letra solicitándolo, a menos que hubiera querido guerra con el trono otomano.

Cosa que a Francia no le convenía en lo absoluto.

Después de que pasarán los días de luto y el funeral de Anneliese, me había despedido de mis sobrinas nietas y de todo el mundo en aquella mansión. La última imagen que tuve fueron las puertas cerrándose, con el cuadro de Anneliese y yo colgado entre la luz de los ventanales, al final de la gran escalinata.

Osman estaba emocionado por volver a casa y ver a su padre y madre y Oscar apenas podía contener su ilusión por ver el palacio y la capital del Imperio, donde su vida cambiaría por completo.

A mi la tristeza me invadía desde que había visto el ataúd de mi hermana ser enterrado en el suelo. Fue en ese momento cuando la realidad de que mi hermana estaba muerta me había golpeado con fuerza.