Otro

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''Cuéntamelo y me olvidaré. enséñamelo y lo recordaré. involúcrame y lo aprenderé''
Benjamin Franklin

La verdad es que la visita de las Sultanas no había hecho más que aumentar mis deseos por reventarles la cabeza a todas

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La verdad es que la visita de las Sultanas no había hecho más que aumentar mis deseos por reventarles la cabeza a todas. La falsedad abundaba más en la sala que el oxígeno, mientras todas me deseaban buenas palabras y consuelo en esperanza de mi pronta recuperación.

Casi me pongo a llorar de alegría cuando las milagrosas palabras suenan de los labios de la Sultaan Handan.

- Me temo que ya te hemos molestado demasiado Sultana - dice la Valide Sultán - Ahora nos retiraremos.

Yo asiento, y cuatro de las Sultanas me hacen una reverencia, para salir todas en una fila. Cuando por fin creo que voy a respirar tranquila, el sonido de una mano golpeando la puerta resuena en mis oídos.

- Adelante - digo, con gesto cansado, viendo a uno de los Âgas de la puerta entrar y hacer una reverencia.

- Sultana, la Sultana Mahfiruz está aquí- anuncia el hombre.

- Déjala pasar - respondo y el chico se retira tras hacer una reverencia.

A los momentos, la figura de Mahfiruz aparece por la puerta, seguida de una criada que sostiene al pequeño Osman, ya de ocho meses, en los brazos. Ambas hacen una reverencia y puedo ver una pequeña sonrisa en la cara de Mahfiruz.

- Sultana, gracias a Allah ha vuelto a palacio sana y salva - me dice Mahfiruz. - He traído al Şehzade Osman para que lo viera.

- Es cierto que hace tiempo que no lo veo - digo, haciéndole una señal a la criada, que se acerca y me entrega a Osman - Puede retirarse señorita.

La criada hace una reverencia y sale del salón tras hacer la reverencia pertinente. Después, tras un asentimiento mío, Mahfiruz se sube a la cama y se sienta a mi lado.

- Me alegro de que estés bien, Anastasia - susurra, mientras le hace caras raras a Osman para que se ría.

- Gracias, Victoria - le contesto.

Así nos quedamos un rato en silencio, apoyada la una en la otra, siendo el único ruido que lo interrumpía los pequeños balbuceos y risas de Osman, con el cual jugabamos.

- ¿Sabes quién te ha hecho esto? - pregunta Mahfiruz, en un susurro.

Yo la miro extrañada, y ella baja la cabeza.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora