Una victoria

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''¡Un ganador nunca renuncia, ¡y quien renuncia nunca gana!"
Napoleon Hill

Llevamos ya como unos cinco minutos esperando cuando alguien llama a la puerta desde el exterior

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Llevamos ya como unos cinco minutos esperando cuando alguien llama a la puerta desde el exterior. Ahmed les ordena que pueden entrar, y por la puerta aparece Kösem, vestida de blanco también. No se fija en mi presencia y hace una reverencia ante Ahmed, para acercarse con la intención de abrazarlo, sin embargo, su expresión malhumorada la detiene.

- ¿Ahmed?¿Ocurre algo? - pregunta, con voz confusa.

- No lo sé Kösem- responde él - tal vez deberías explicarme porqué planeaste el ataque hacía ti y Defne.

No puedo ver su expresión porque estoy girada, pero si lo hiciera sería de puro asombro.

- ¿Cómo? - pregunta Kösem, con voz algo nerviosa.

- No intentes negarlo, los Âgas y las Kalfas que sobornaste han confesado - le contesta Ahmed.

- Yo, su Majestad - dice ella, pero Ahmed debe mandarla callar.

- Además de explicar el ataque, me explicarás de dónde sacaste esto - dice, y yo desearía con todas mis fuerzas poder girarme a ver, aunque supongo que lo que le enseña es el pendiente de la Sultana Safiye.

Kösem se queda completamente callada, y, se formo un silencio incómodo, con la energía enfada que desprende Ahmed.

- Bien, no hace falta que lo expliques - bufa Ahmed - ya lo han hecho por ti.

- ¿Qué? - pregunta Kösem.

Entonces Ahmed se dirige hacia mí y por primera vez, Kösem se fija en mi presencia. Él me extiende la mano, que acepto y me levanto con su ayuda. Después me acompaña hasta delante de Kösem, que me mira patidifusa y entonces me fijo en que ha hecho que arreglen su cabello.

- No creía esto posible de ti, Kösem- dice Ahmed, decepcionado- Sin embargo las pruebas te declaran culpable del ataque.

- Tú - sisea, mirándome enfadada.

- Tu castigo podría ser la muerte - continua Ahmed, y esto hace que Kösem despegue la mirada asesina fe mí - Ordenaste un ataque hacia alguien de mi harén, así como sobornaste a unos guardias, y presumiblemente robaste esto - dice, moviendo el pendiente de la Sultana Safiye.

- Dejadme explicárselo, su Majestad - suplica Kösem.

- No tienes nada que explicar Kösem- la corta Ahmed - Desde ahora, perderás tu posición cómo favorita y volverás a las tareas ordinarias. Además, perderás tus posesiones, puesto que eres una ladrona.

Kösem cae al suelo llorando y pidiendo piedad, aunque Ahmed no hace caso de los sollozos.

El castigo por lo que ha hecho es la muerte, sin embargo la perdona

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora