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''En la guerra como en el amor, para acabar es necesario verse de cerca.''
Napoleón I

Llevo ya unas cuantas horas sentada en mi cama, esperando a que Hadgi entre por la puerta para decirme que Ahmed ha vuelto del consejo

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Llevo ya unas cuantas horas sentada en mi cama, esperando a que Hadgi entre por la puerta para decirme que Ahmed ha vuelto del consejo.

- Nasia - me llama Sirin - deberías comer, Nasia.

Miro la bandeja que sostiene entre las manos y niego con la cabeza, haciendo un gesto para que la aleje.

No puedo ni siquiera pensar en comer.

- Debes comer Nasia - insiste Sirin - Tu hijo debe alimentarse.

- Está bien - digo, y Sirin suspira aliviada, colocándome la bandeja en las piernas.

Yo empiezo a comer con mala gana, dándome cuenta de lo hambrienta que estaba, y justo cuando me colocaba la última cucharada en la boca, alguien llama a la puerta.

- Adelante - digo, mientras Sirin se apresura a quitarme la bandeja de encima.

Hadgi entra en la habitación y hace una reverencia ante mí, al tiempo que me siento en el borde de la cama. Turhan y Nur salen de sus habitaciones con una corona y un velo dorado.

- Sultana - dice Hadgi - Su Majestad la ha convocado a sus aposentos.

- Bien - respondo, levantándome con rapidez. Nur y Turhan me colocan el velo y la corona, y cuando todas estamos listas, salimos de la habitación.

En el pasillo de la habitación de Ahmed, nos encontramos con la Sultana Handan y sus tres hijas. Todos nos detenemos y hacemos la reverencia correspondiente, y después, las tres niñas vienen a abrazarme.

- Vamos Sultanas - les digo, dirigiéndolas hacía la habitación de su hermano mayor.

Cuando entramos, la habitación está mucho más llena de lo que esperaba. La Sultana Safiye, y la Sultana Fahriye están a un lado, y sentado en su cama está Ahmed. Este se acerca a nosotros, que hacemos una reverencia y le besa la mano a su madre.

- ¿Qué ocurre, mi leon? - le pregunta la Sultana Handan.

- Ahora os lo contaré madre - dice, agachándose a saludar a sus hermanas pequeñas, que lo abrazan.

Las cuatros se colocan en orden de mayor a menos junto a las otras Sultanas, y Ahmed después pasa a mí.

- Ve a colocarte junto a mis hermanas, Defne - me ordena Ahmed, y yo asiento haciendo una reverencia.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora