Ya estoy aquí

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''Escuchar a nuestros propios sufrimientos internos nos preparara para reencontrar y enfrentar a los problemas''
Thich Nhat Hanh

''Escuchar a nuestros propios sufrimientos internos nos preparara para reencontrar y enfrentar a los problemas'' Thich Nhat Hanh

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Oigo cómo alguien llama a la puerta, y desde mi débil estado de sopor por el sueño, contesto un: 'Adelante' . Cuando abro los ojos, después de escuchar la puerta abrirse y cerrarse, me sorprendo ante la visión que hay ante mí.

- Ahmed - murmuro, mirando al chico, que está palantado en la puerta.

Detrás de él entran Nur y Sirin, que se apresuran a meterse por la puerta del pasillo, y cuando al fin estamos solos, Ahmed se acerca a mi. Yo intento levantarme de la cama, pero él llega antes y sin dudarlo lo abrazo.

- Creía que no volverías nunca - sollozo, mientras abrazo su cuello con fuerza.

Él responde abrazándome con aún más ímpetu, aunque sin ser exagerado debido al tamaño de mi barriga. Nos mantenemos así unos minutos, hasta que mi llanto ya sólo son unos simples respiraciones descompasadas.

- Lo siento mucho, Anastasia - me dice él, apartándose del abrazo y sentándose en la cama.

- No - digo yo.

- ¿No? - me pregunta.

- Defne - le respondo - Ya no quiero que me llamen Anastasia, sólo me recuerda mi pasado.

- Bien - dice, sonriente- Mi querida Defne - continua dándome un beso en la frente.

Después, me aparto levemente y Ahmed se sienta a mi lado, apoyando la espalda en el cabecero de la cama y extendiendo las piernas junto a las mías, mientras pasa uno de sus brazos alrededor de mis hombros y hace que recueste mi cabeza en los suyos.

- Defne - me llama - Me alegro de que Allah me haya permitido volver aquí, aquí contigo.

- ¿Sabes lo preocupada que me tuviste? - le digo, separándome de él para mirarlo con cierto enfado.

- Yo - intenta decir él.

- Tú nada - le corto - No enviaste noticias en dos meses, desapareciste y todos creían que estabas muerto, y pensaban que tendría que prepararse para que alguien más ascendiera al trono, y ¿qué nos hubiera pasado a mi y a nuestro hijo?

- Defne - dice, pasándome las manos por la cara - No pasa nada, ya estoy aquí. Nada de eso ocurrirá ya, ¿lo entiendes?

- Sí, pero - le intento replicar, pero él me coloca un dedo en los labios.

- Sh - dice - Cuando estuve enfermo tuve una visión muy rara, ¿sabes?

- ¿Qué visión? - le pregunto.

- Vi a mi hermano Mahmud - comienza a explicar - Estabamos en un prado hermoso, con montañas, ríos, dónde todo parecía felicidad. Mi hermano quería que lo acompañara hacia la luz, que transmitía una paz que jamás había sentido.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora