El parto

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''Tomar la decisión de tener un bebe es decidir tener tu corazón andando fuera de tu cuerpo para siempre''
Elizabeth Stone

 ''Tomar la decisión de tener un bebe es decidir tener tu corazón andando fuera de tu cuerpo para siempre'' Elizabeth Stone

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Ya era dos de febrero de 1604, y hoy se celebraba la boda de la Sultana Fahriye, a la que obviamente no podía asistir.

No es que no quiera, sino que no puedo.

Durante el último mes, mi espalda me había dolido tanto que apenas podía levantarme de la cama para ir al baño, y apenas podía dormir, con lo que parecía una bola pálida y con ojeras. Mis días habían consistido en leer, y cuando esperar con anhelo la visita de cualquier persona.

- Nur - llamo. La castaña, sentada en un sillón bordando tranquilamente levanta la mirada.

- ¿Qué ocurre? - pregunta, dejando la tela y la aguja a un lado.

- ¿Puedes ir a llamar a Hadgi? - pregunto.

- Enseguida, pero espera un momento- dice, yéndose por el pasillo. De él salen Turhan y Sirin, que se acercan a hablar conmigo, mientras Nur sale de la sala.

A los pocos minutos, las puertas se abren y aparecen las figuras de Nur y Hadgi. Ambos hacen una pequeña reverencia.

- ¿Qué pasa? - pregunta Hadgi.

- ¿La ceremonia de la Sultana Fahriye ya ha terminado? - pregunto, dirigiéndome al eunuco, que asiente en respuesta.

- La fiesta en los aposentos de la Sultana Handan ya han empezado - explica.

- Bien - digo - Nur ve ha buscar el regalo de la Sultana Fahriye.

La muchacha asiente y se levanta del sillón para irse hacia las profundidades de mis aposentos.

- Hadgi - llamo y el hombre me mira - Tú, Nur y Turhan iréis a darle el regalo a la Sultana Fahriye.

- ¿Yo también? - pregunta Turhan, y yo asiento.

Entonces ella se levanta corriendo, yéndose a por un velo para ella y Nur. Hadgi solo se limita a asentir, y esperar a un lado, mientras Sirin observa con atención las flores rojas del bordado de Nur. A los pocos momentos Nur y Turhan vuelven, y la castaña le da la caja a Hadgi mientras ella y Turhan se apresuran a colocarse los velos. Después me miran y dan una vuelta.

- ¿Cómo estamos? - preguntan ambas con una sonrisa.

- Preciosas, señoritas - farfulla Hadgi, entregándole el cojín y la caja a Turhan.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora