Una nueva vida

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''El tacto es el arte de dejar ver algo sin hacer un enemigo''
Isaac Newton

La familia de Helena, mira atónita cómo la figura del gobernante del Imperio Otomano desciende de su caballo, y camina sobre la blanca nieve dirigiéndose hacia ellos

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La familia de Helena, mira atónita cómo la figura del gobernante del Imperio Otomano desciende de su caballo, y camina sobre la blanca nieve dirigiéndose hacia ellos.

Cuando por fin se recuperan del shock general, la madre de la familia les indica con gestos que se inclinen hacia su Majestad, cosa que los seis niños y su marido hacen. Evusud Efendi lo hace también, aunque la sorpresa y la ira se mezclan en su rostro grasiento.

- Su Majestad - dice Sulfikar Âga, inclinándose hacia el muchacho.

El chico hace un gesto, y los soldados vuelven a incorporarse, y Helena se fija en que detrás del hombre de sus sueños, varios soldados y criados se colocan.

- Pero su Majestad - empieza a balbucear Evusud Efendi.

- Cuál es el problema, Efendi - responde el chico - ¿Acaso no me has oído?

- Por supuesto que lo he hecho su Majestad - responde el hombre, con algo de temor en la voz.

- ¿Entonces? ¿Te atreves a desobedecerme a caso, Efendi? - pregunta el muchacho, acusatoriamente.

- Por supuesto que no su Majestad - responde Evusud, cayendo al suelo de rodillas - Jamás osaría hacer tal cosa.

El muchacho, se aparta levemente, no dejando que el Efendi le toque la túnica negra, que contrastaba en exceso con la blancura del camino nevado.

- Sin embargo, Helena es mi prometida, ellos me lo deben - replica el hombre en voz baja, señalando a los padres de Helena.

El Sultán se inclina ante el Efendi, que retrocede en la nieve asustado.

- ¿Y porque te lo deben? - pregunta.

- Yo pagué su deuda a cambio de la mano de Helena en matrimonio- explica el hombre, levantándose del camino helado.

- ¿Y a cuanto te deben? - pregunta el Sultán.

- 25 monedas de oro - responde el Efendi, ahora con confianza.

Entonces, del lujoso carruaje que había estado fuera del foco de atención, sale un hombre moreno, alto, que llevaba un abrigo marrón y un hermoso turbante, junto a un pendiente de esmeralda. El hombre se acerca al Sultán y hace una reverencia, para después sacar una pequeña bolsa de la inmensidad de su abrigo.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora