Anastasia

Rézale a Allah

''Aquel que tiene fe no está nunca solo.''
Thomas Carlyle

Oigo a la Sultana Halime caer al suelo entre lágrimas, junto a su hija mayor. La Sultana Şah se acerca a su madre desmayada, y sus dos hermanas nos miran sin comprender, cómo la Sultana Hatice.
Las Sultanas Safiye y Fahriye, se mantienen en un estado de sorpresa, cómo Mahfiruz.

- No es posible - digo, levantándome y recogiendo la carta.

Sin embargo, la tinta del papel dice exactamente eso: que Ahmed y Mustafá están desaparecidos.

Eso que significa

Veo a la Sultana Safiye levantarse y cómo la Sultana Handan se va despertando. La Sultana Safiye se dirige a mi y a mi Mahfiruz, para después mirarnos.

- Si lo que dice la carta es cierto, uno de esos bebés será el próximo Sultán de la dinastía- dice la Sultana Safiye, señalándonos.

- ¡Madre! - exclama la Sultana Fahriye, en protesta. - No sabemos si su Majestad ha muerto, así que no hagas especulaciones.

Yo me levanto del sillón en el que estoy, y hago una reverencia.

- Valide Sultán, si me lo permitís desearía retirarme - pido, con lágrimas en los ojos.

La Sultana Handan hace un asentimiento y yo me apresuro a salir de la sala a una velocidad que hasta el mismísimo Flash envidiaría. Nur, Turhan y Cennet intentan seguirme el paso, sin embargo yo corro más que ellas.

Los Âgas abren la puerta de mis aposentos, donde Beyhan y Fatma estaban leyendo. En cuanto me ven, se acercan, pero yo hago un movimiento y ambas se retiran de la habitación inmediatamente. Yo lo único que hago es caer de rodillas y echarme a llorar