Las mil y una noches

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''Creo que los cuentos de hadas, los viejos y los nuevos, pueden ayudar a educar la mente. El cuento de hadas es el lugar de todas las hipótesis."
Gianni Rodari

La noche anterior se había alargado más de lo que yo me esperaba, y la Sultana Handan nos había permitido levantarnos más tarde y retrasar las tareas diarias

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La noche anterior se había alargado más de lo que yo me esperaba, y la Sultana Handan nos había permitido levantarnos más tarde y retrasar las tareas diarias.

Nur me sacude débilmente, y yo abro los ojos muy poco a poco.

- ¿Qué ocurre? - pregunto, frotándome los ojos por el cansancio.

La noche anterior, las pequeñas Sultanas se habían negado a dormir a menos que les contara otra historia, así que tuve que mantenerme despierta contándoles la Cenicienta, hasta que por fin se durmieron.

- Vamos, Nasia, es tu día de suerte. - me sacude emocionada Nur.

Yo la miro confusa.

- ¿Cómo que mi día de suerte? Déjame dormir, Nur, antes de que la Sultana Esra se despierte de su siesta - remugo, volviendo a apoyar la cabeza en el cojín de la sala contigua a la habitación de la pequeña Sultana.

- El Sultán ha pedido tu presencia, tonta - me dice quitándome la manta de encima.

- ¿Qué? - pregunto atónita.

- Lo que oyes - me responde levantándome - Rezaré para que te quedes embarazada.

Yo pestañeo, intentando acoplarme a la idea.

¿Porque narices a pedido mi presencia? Cómo pretenda acostarse conmigo lo único que recibirá es un puñetazo en esa nariz que parece operada.

- Vamos Nasia, tenemos que prepararte - dice Nur mientras me arrastra fuera de la sala.

En la estancia se encuentra la Sultana Handan, y Nur y yo hacemos la reverencia de rigor.

- Enhorabuena Hatun - dice la Sultana Handan - espero que después de esta noche, le des a la dinastía otomana un nuevo miembro.

- Sería todo un honor, Sultana - digo y ella asiente, dándonos permiso para salir de la sala.

Si está mujer se cree que me voy a quedar embarazada a los 16, ya se puede esperar sentada.

Nur me guía hasta una habitación, dónde varias chicas, entre ellas Sirin, tienene todas las cosas preparadas para vestirme. Cennet Kalfa nos observa desde un rincón de la sala.

AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora