No dar y no perder.

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 -Considero que la cena de anoche fue todo un éxito. –terminan el desayuno en la alcoba de su padre. –James no dejaba de verte.

-Mjm. –si su madre estuviera le hubiera un dado un pellizco por la respuesta.

-¿Han mejorado las cosas? –no cabe duda que heredo la terquedad de su padre.

-Creo. –quiere decirle que realmente no sabe, que no tiene ni idea de qué siente y que si es normal sentir lo que siente cuando ve al príncipe. –Hace su mayor esfuerzo.

-¿Y tú? –su padre le obliga a verle. –Porque sé lo evasivo que puedes llegar a ser. Esa manía de bloquear e ignorar, no es nuevo.

-Papá, si te soy sincero... -verlo así de recuperado y activo le ánima. –Creo que no soy su tipo. Pero me esfuerzo por al menos llegar a ser su amigo.

-¿Su tipo? –su padre bufa. –Eres del tipo de todo el mundo. Y no lo digo por ser tu padre.

-Claro.

-Lo digo porque te conozco muy bien y sé que cualquiera sería afortunado de tenerte como compañero de vida. –siente la verdad imprimida en esas palabras. –Pero también admito que no sería nada fácil serlo.

-¡Oye!

-Lo digo porque prefieres no recibir para no dar y no perder.

-¿Qué?

-Steve. –su padre suspira. –Nunca tomas lo que te dan, prefieres no querer para no tener que despedirte después.

-Es mejor no involucrarse.

-¿Ves? –el rey rueda los ojos. –No hay nada de malo en querer y fracasar, aprendes.

-¿Fracasar? ¿Crees que vayamos a fracasar?

-¿Siquiera lo estás intentando?

-Creo.

-Steve.

-Es raro, ¿sí? –siente fría la punta de sus dedos. –No le conozco y estamos a nada de casarnos. Y se esperan tantas cosas de los dos, él será rey, yo seré rey y realmente no creo que pueda con esto. Además, tenemos que tener hijos y todos nos observan.

-No cuando tengas los hijos. –bromea pero no le causa gracia. –Te estás adelantando. Dale una oportunidad, solo una y verás que todo será sencillo. Hacen una hermosa pareja y hay un no sé qué en la mirada de James, que puedo asegurar que estarás bien.

-¿Lo crees?

-Estoy seguro de eso. –su padre coloca una mano en su espalda y le transmite cariño, confianza y seguridad. –Estarán bien.

Una parte de él lo cree. Los libros románticos que ha leído empiezan cuando los protagonistas sienten el flechazo de amor al primer momento de verse. Pero él no lo sintió así, aunque tampoco puede decir que es un flechazo de amor. Pero que no hayan empezado así, no significa que no puedan hacerlo.

Baja a la cocina cuando su padre comienza adormitar. Aún es temprano y los príncipes no suelen levantarse hasta pasadaslas ocho de la mañana. Así que se tomara su tiempo y prepara el postre para elalmuerzo

Palacio [STUCKY] [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora