Palacio [STUCKY] [STARKER]

La eterna verdad.

Han sido tres meses. Semanas completas sin verle, intercambiando palabras de vez en vez y sonriéndole incómodo a la prensa cuando pregunta por el príncipe Steven. 

Y es que por el bien de ambos, han decidido poner distancia entre ambos. O así lo decidió Steven la mañana que salió del palacio de Kensington y no regresó más. Dejó su aroma invadiendo cada habitación, dejó sus libros a medio ordenar y lo dejó a él.

–Creo, hijo, que deberían tomarse un descanso. –le murmuro su suegro por teléfono. –Ya le conoces, no me ha dicho que piensa realmente, pero estoy seguro que solo necesita tiempo.

Claro, James no le dijo que la sola mención de un imposible divorcio fue lo que espanto tanto al menor.

–Déjalo, ya sabes como le gusta llamar la atención. –murmuro su madre la tarde un domingo. –Es otro de sus berrinches. 

Pero James, honestamente, no podía dejarlo estar. Más que traicionado, se sentía abandonado. Estaba totalmente contrariado por los cantidad de eventos ocurridos. Estaba perdido, viendo las noticias que lentamente dejaban estar la ausencia de Anthony y preguntaban más por el paradero del príncipe Steven.

–Creo que deberías ir. –le dice su padre mientras enciende el cigarrillo. –Hablar como adultos.

– ¿Por qué siempre soy yo quién deba ir detrás de él? ¡No fui yo quién hizo algo malo está vez!

– ¿No crees que exageraste?

–No.

–Sé lo persuasiva que llega a ser tu madre, es posible que... 

El problema no es la persuasión, ni las influencias. Es la ausencia.

–Hola.

–Creí que no querías hablar conmigo.

–No estoy huyendo.

–Parece que sí.

– ¿Qué quieres James?

Quiere, como a la antigua, venganza. –Tienes responsabilidades aquí, ¿Cuándo piensas volver?

–No quiero volver.

– ¡Tienes qué!

– ¡Tú no me dices que hacer! 

– ¡Eres insoportable!

– ¡Igual que tú!

James se pregunta si ser infeliz es su propósito. Su madre insiste en que lo deje estar lejos, pero luego le recuerda, ahora más que nunca, su responsabilidad con el pueblo y la urgencia de un heredero. ¿Cómo carajos iba a tener un heredero si el futuro portador ha decidido ser un ermitaño?