Pequeño.

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En la mesa había jalea de higos fresca, tostadas de aguacate y banano, tortitas de arándanos, magdalenas de pollo y queso, huevos al horno y crujiente pan recién horneado. Pero Peter solamente destruía la inocente fresa que reposaba en su plato.

– ¿Tan ciego fui? –Steven no sabe si realmente habla con él o solo habla en voz alta. – ¿Tú que crees?

El príncipe se concentra en colocarle más mermelada a su tostada. – ¿En serio me preguntas a mí?

Peter suspira y se hunde más en la cómoda silla. – ¿Quieres ir a nadar un rato?

–Seguro.

Dejan el jardín sur, donde disfrutaban de un desayuno servido pasadas las doce del mediodía. Caminan más de veinte minutos para llegar a las piscinas climatizadas en el interior del palacio, Steven a veces olvida lo mucho que odia la inmensidad de Versalles.

Peter apenas se quita el pijama para lanzarse a las cálidas aguas, un par de segundos debajo de la superficie y finalmente aparece flotando boca arriba con la mirada perdida en los dorados dibujos del techo. Steven suspira, no tiene ni idea de cómo ayudarle, ni siquiera sabe que decir, pero se quedará a su lado hasta que los pedazos del rey vuelven a unirse.

–Su alteza, el príncipe James al teléfono. –la joven del servicio le hace dar un brinco.

–Hola-

–Dejarme con una nota de papel, no es nada elegante de tu parte, alteza. –la voz de James es ronca, indicativo que acaba de despertar. – ¿Estás bien? ¿Sigues enfermo?

–Estoy perfectamente bien y no te deje, no todavía. –James bufa y el príncipe sonríe. – ¿Mucha resaca? ¿Acabas de llegar?

–Creo que ya había salido el sol cuando vine, no lo recuerdo exactamente. –un sola respuesta para las dos preguntas. – ¿Dónde estás y porqué tan lejos?

La sonrisa comienza a dibujarse en sus labios. –James, si llamas a Versalles y yo te contesto, ¿dónde crees que estoy?

–Oh Dios, creo que sigo borracho. –su voz se oye contra la almohada. – ¿Está todo bien? ¿Cuándo regresas?

Para eso no tiene una respuesta, así que se las ingenia. –Pídele a Charlotte un fantástico desayuno y duerme un poco más. Es sábado, así que no tienes nada que hacer, ¿o sí?

–No, nada. –Steven se pregunta cuánto tiempo falta para que la reina le comuniqué a su esposo lo que ocurrió hace apenas unas horas y la locura explote. –Mamá y Anthony se han ido a Escocia para ver a papá, estaba pensando que podríamos ir, pero tú hiciste tus planes primero.

–Lo siento, Peter me necesita. –la oración se escapa de sus labios.

– ¿Ah, sí? ¿Está bien?

El mismo se puso en peligro. –Sí, solo son... fechas difíciles.

James arrastra la "m" y suspira. –De acuerdo... ¿estás completamente seguro que estás bien? Júrame que estás en una sola pieza.

Steven agradece la cantidad de alcohol que los duques le dieron al príncipe, de lo contrario estaría haciendo mil preguntas más. –En una sola pieza, James.

–De acuerdo, dormiré un rato más. Llámame sí necesitas de tu indispensable esposo

.–Es un trato. –cuando la llamada termina, tiene un sincera sonrisa.

–Sí te habló así de tranquilo, significa que no sabe. –Peter está en el borde la piscina. –Aún.

El aún le genera escalofríos. –Dicen que se fueron a Escocia.

Palacio [STUCKY] [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora