Palacio [STUCKY] [STARKER]

Sirena.

-Disfruta cuanto puedas, tus obligaciones te esperan al volver. -anuncia su padre por el teléfono. -Tanto en Inglaterra como acá.

-Si papá, lo sé. -es la mañana del séptimo día. -Espero estar contigo para las fiestas.

-Tengo entendido que serán en Balmoral, como suele ser costumbre.

-No importa, yo estaré allá contigo.

-No creo que sea correcto, es la primera navidad con tu esposo.

Esposo que no se presentó al desayuno, según le dijo Alexander está en la playa, aún kilómetro de distancia de él. -Puede ir conmigo a estar contigo.

-No te rindes, ¿cierto?

-No dejaré que pases las fiestas solo.

Cuando la llamada finaliza se pregunta si James se opondrá en pasar las fiestas en Austria, supone que comprenderá que su padre necesita de su compañía. Es más, le propondrá viajar de Italia a Austria directamente, no cree que sea tan difícil.

Pero es difícil porque James pasa todo el día en la playa, incluso pide el almuerzo allá y le queda claro que le está evitando, no le ha dicho que no vaya pero tampoco le ha dicho que le acompañe. O a lo mejor siete días son suficiente para que James se dé cuenta de lo aburrido que es.

Eran las seis de la tarde con ocho minutos cuando se recostó en el sofá y se concentró en película de terror que daban por el televisor. No eran la gran cosa, un tipo que se volvía loco y quería matar a su familia, fue lo mejor que pudo encontrar.

Justo cuando el sujeto rompe con una hacha la puerta correcta cae una mano sobre sus pies y sobresaltando lanza un grito. - ¡James! -chilla cuando se recupera.

El príncipe ríe sin remordimiento. -No deberías ver esas cosas, se te meten a la cabeza.

No tenía que más hacer en esa enorme casa. -Estaba aburrido. -no es "estoy aburrido" y ya, es más como un reclamo que se traduce: no estuviste aquí.

-Aun nos da tiempo de ir a la cata de vinos, si quieres. -y suena como un: lo siento.

- ¿Y tú quieres ir?

-Solo si tú quieres.

Entonces Charlotte le busca un abrigo ligero, pero que le proteja lo suficiente del viento frío que seguramente habrá en los viñedos. James le espera paciente en la puerta del auto.

En cuanto ingresan al lugar llaman la atención. No son muchos los invitados, pero todos están deseosos de dar sus felicitaciones y preguntarles si su estancia en la romántica Italia ha sido satisfactoria.

Steven dice que sí, que todo ha sido perfecto. James dice que le ha encantado y que seguramente regresaran pronto. Steven le ve directamente mientras habla, con sus acusadores ojos grises y la ironía en los mismos.

Las copas comienzan a ir y venir en el jardín rodeado de antorchas, dando un ambiente cálido, relajado, antiguo. Hay quesos y chocolates acompañando los vinos. Hay risas que se van aflojando mientras la noche sigue avanzando y los vinos comienzan a saber todos iguales.

- ¿Por qué te fuiste? -cuestiona Steven después de conversar con una de las dueñas del lugar. -Todo el día.

-Necesitaba pensar un poco. -entonces el príncipe austriaco hace un gesto tan suyo, abre la boca, la cierra, junta las cejas e inclina el rostro hacia abajo. Es tan de Steven que le sonríe. -Ordenar ideas, Steven.

-Ordenar ideas. -repite.

Le estudia lo más que puede con la poca luz que las antorchas ofrecen. Su parado es recto, su cabello sigue muy bien peinado, su mano derecha sostiene una copa medio vacía y la mano izquierda está en su cintura.