La joven de servicio le señala la puerta de la tercera habitación de donde se da la celebración. Camina aún más rápido, le gana la curiosidad y la emoción, y cualquier cosa es mejor que lo que sea que estuviera pasando con esa mujer.
Empuja la puerta y contiene el grito. Lleva pantalones negros, camisa blanca y el corbatín desecho, es evidente que recién aterriza por los cabellos despeinados por el viento. Esta recostado en el respaldo del sofá.
-Su alteza, que imposible es verle últimamente.
Corre y se funde en el abrazo que necesitaba semanas atrás, cuando toda esa locura empezó. Le devuelven con fuerza el gesto y es levantando del suelo. Por más que lucha por contener el grito, no lo logra evitar.
-¡Suéltame!
-¡Oye! –le dejan de nuevo en el suelo, pero le siguen abrazando fervientemente y se queda ahí, en el calor de alguien familiar. –Que estés por casarte no significa que me puedas hablar así.
-Desde que te convertiste en el rey de Francia eres insoportable. –recibe cosquillas como castigo y sus carcajadas retumban en las paredes de esa apenas iluminada habitación. -¡Déjame!
-No es manera de tratar tu obsequio de compromiso.
-¿Eres tú? Pensé que sería otro coche.
-¿Te han dado un coche? ¿Quién regala un coche en un compromiso?
-Ahorita que los conozcas, sabrás quiénes. –sonríe sincero, realmente contento por primera vez. Sujeta su mano y tira. –Vamos, debes conocerlos a todos.
-No, espera. –se incorpora en su altura. –No iré a celebración, venía a verte solo a ti.
-¿Qué?
-Esta no es una visita oficial, ni siquiera recibí una invitación de la reina. –sigue sujetando su mano. –Este fue un favor que tu papá le pidió al rey. Sabes que son grandes amigos.
-¿Al menos te quedarás?
-Lo siento, Stevie. –es atraído de nuevo al pecho del rey. –Pero prometo visitarte unos días.
-Voy a pedir que se te envíe la invitación, tengo mucho que contarte. –trata que su voz suene firme, pero fracasa. –No tienes idea de cuánto te extraño. –musita en perfecto francés.
-Y yo te extraño a ti. –contesta. –Cuídate mucho, ¿sí? Ya terminaran todos los formalismos y todo será más fácil.
-No tienes idea de lo que es esto.
-Vamos Stevie, tu sabes que es por un bien mayor. –continúan la conversación en francés. –Estas salvando vidas con esto, centenares de vidas.
-¿Y la mía dónde quedo en todo esto?
-No tengo una respuesta para eso, pero recuerda que no todo es para siempre.
-Ni lo bueno.
-Ni lo malo. –contesta de vuelta. –Debo irme, pero prometo visitarte antes de tu boda.
-¿Lo prometes?
-Lo juro, Stevie. –besa ambas mejillas. Besa su frente y le estruja en otro abrazo reparador. –Espero verte lo más pronto posible.
-Por favor... -se niega a terminar el abrazo. –Por favor no te vayas, me siento solo.
-Stevie. –una única y traicionera lágrima se escapa. Moja la blanca camisa del rey y este aplica todo el amor que siente por el rubio en el abrazo. –Juro que en cuanto envíen la invitación volaré hacia ti, te lo prometo, no estás solo.

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Palacio [STUCKY] [STARKER]
FanfictionInglaterra y Austria deciden unirse en un ventajoso matrimonio. Es simplemente perfecto. Aunque sea una interminable cascada de muchos desastres bastante afortunados. James, príncipe de Inglaterra, descubrirá que el amor es pequeño, rubio y bastant...