Cuando Steven cerró la puerta del vehículo, algo en su interior se rompe. Pudo ver sus ojos a través de la ventana y no sabe interpretar la mirada que le lanzaron los dolidos ojos grises. James se siente como un traidor, aunque también se siente traicionado.
Al regresar a la sala, su madre se ha colocado el abrigo color menta de esa tarde y se prepara para salir. – ¿Nos vamos ya? ¿La primera ministra?
– ¿Para qué se quedaría? Hablamos en que no se puede hacer nada.
– ¿Hablar? Tú solamente decidiste que no se hará nada. –no da crédito a lo que acaba de ocurrir.
Su madre es una mujer delgada, de un rubio claro, casi rivalizando con el rubio de Steven. Su cabello siempre lleva un partido en el centro. Es alta, no como él, pero si se pueden ver directamente a los ojos. Hace los hombros hacía atrás y levanta el rostro. – ¿Es ese el modo de hablarme, James?
No. Cuando su romance con Natasha se esparció, ella tomo la misma postura. Hombros atrás, cabeza alzada y soltó un golpe en su mejilla. El recuerdo es palpable. –Mamá, no podemos quedarnos de brazos cruzados.
–Solamente estamos evitando iniciar algo que a todas luces nosotros lo terminaremos. –ella se pone los guantes. – Se hará lo necesario en el momento correcto.
– ¿No te parece este el momento? –no se rinde, debe ayudar a Steven a toda costa. – ¿Qué se supone que esperamos?
El servicio de su madre ingresa a la habitación y anuncia que el auto está listo. –Como tu esposo no está, asumo que te espero para cenar, ¿correcto?
La reina sale sin esperar la respuesta. James vuelve a tomar asiento, presiona sus cienes y trata de pensar una solución rápida a eso. No va a dejar que ese problema escale a uno más grande por la lenta respuesta del reino, se supone que estaba para proteger a los austriacos de esa invasión, para proteger a Steven.
Le dejaron sin auto, sin servicio. En el centro de Londres y en un hotel donde todos murmuran como fue capaz de dejar ir solo al príncipe Steven. Muerde el interior de su mejilla y llama a la extraña mujer que tiene por secretaria.
Él no lleva una agenda con todos los datos de amigos y personas de servicio como Steven. Él ni siquiera se lleva bien con la secretaria que aparece una vez cada quince días en su oficina a preguntarle si necesita algo. Pero ahora necesita toda la ayuda posible y si Carol es la mitad de eficiente de lo que es Loki, podrá hacer algo por Steven.
Ella llega veinte minutos después de su llamada. Lleva un auto, un abrigo extra y un trago en la mano. –Su alteza, me indica por donde podemos empezar.
Como inicio, volver a su casa. En el trayecto Carol le comunica con los encargados de los aviones reales, le informan que los dos jet despegaron no más de treinta minutos, uno hacia Nueva York y el otro a Washington. Traga con pesadez al confirmar que los aviones sí estaban disponibles cuando el príncipe los solicito.
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Palacio [STUCKY] [STARKER]
FanfictionInglaterra y Austria deciden unirse en un ventajoso matrimonio. Es simplemente perfecto. Aunque sea una interminable cascada de muchos desastres bastante afortunados. James, príncipe de Inglaterra, descubrirá que el amor es pequeño, rubio y bastant...